Sábado, primer sábado de Carnaval, cuando llegó a nuestra bombonera observo que vuelve a estar todo el patio de butacas hasta las trancas. Eso en muy buena señal, la gente sigue interesada en la fiesta y quizás hasta nos haya venido bien el recorte de grupos de este año. Hago esta reflexión pues con dos grupos de fuera y cuatro de la capital se ha vuelto a demostrar que es mejor de aquí, que de fuera de nuestros lares.

Este año tenemos nuevos presentador@s, desde Isla Cristina nos llegan para darle más repercusión a nuestro concurso. Todo lo que se haga para engrandecer la fiesta bienvenido sea, pero una cosita, está bien dar una pincelada del programa de actos del Carnaval isleño pero de ahí a dar todo los actos hay un mundo y eso mismo me comentaba el presidente de la federación.

Los primeros en subir al escenario, unos espías rusos la mar de choqueros. Quizás la murga más sinvergüenza que pasa por el concurso. Con el paso de los años han conseguido esa mezcolanza entre lo cachondo y el buen cante, lo consiguen. Es la única agrupación que aúna dos modalidades en su repertorio,  la de un cuarteto y la de una murga. Buen pase por estas preliminares. 

Desde Bollulos, una comparsa esperada por los buenos aficionados, no defraudaron, gran armonía y fuerza en sus voces,  todo está estudiado y con unas letras escogidas para la ocasión. Antes del descanso el cuarteto, esperemos ver culminar su plan,  de momento buenas intenciones. 

Descanso, me quedo en la oficina pues fuera hace más frío que cogiendo chocos en el manto del Espigón. Por cierto, en el teatro podían poner un poco la calefacción que cuando se abren las puertas de la sala hace el mismo frío.

Después los muchachos de la tómbola hacen su aparición. Grupo joven pero con veteranía, no defraudaron. El plato fuerte de la noche lo puso la comparsa Los Garrapatas, estos activistas vienen reclamando su sitio, letras muy comprometidas, duras y reivindicativas. Buen montaje de voces, arriesgando en cada cuarteta . No defraudaron, después de lo oído en estos dos días la guerra en la modalidad esta servida.

Los "locos" del búnker agradaron al personal. Mucho cachondeo pero bien cantado e interpretado. El popurrí es una auténtica delicia y en los cuplés baten el récord de meter hasta seis en dos, me quedo con la cuarteta donde le dan un repaso a algunos carnavaleros, simpático y con muy buen gusto.Mañana más.