La finalidad será siempre, en principio, la seguridad e integridad de aplicar los tratamientos y cuidados adecuados a nuestros pacientes más vulnerables a nivel hospitalario, dejando en segundo lugar nuestra salud y seguridad”. Con estas frases concluye el escrito que las enfermeras de la UCI del Hospital de Riotinto han enviado a la junta de personal de este centro sanitario.Estas profesionales señalan que la ratio de enfermero por paciente se ha multiplicado por 5, “con perspectivas de que siga aumentando”.

Del mismo modo, denuncian que “teniendo en cuenta el esfuerzo de la dirección, ante las circunstancias excepcionales”, una mala planificación de la plantilla ya que hay profesionales capacitados para la UCI que se encuentran actualmente prestando su servicio en otras unidades, mientras que a la UCI se ha destinado a enfermeras se han destinado refuerzos de profesionales que no están habituados a este tipo de asistencia. Del mismo modo, hacen referencia a los prolongados turnos que están realizando: “Trabajar con un EPI de seguridad adecuada para este servicio, conlleva un extra de esfuerzo. Nos vemos obligados a estar con dichos equipos más tiempo del recomendado haciendo turnos y teniendo en cuenta que varias compañeras han salido en malas condiciones de salud precisando horas para su recuperación”.

El panorama que describen las profesionales les hace declarar que “no nos responsabilizamos de las actuaciones que puedan acontecer por el personal nuevo y veterano, ante las circunstancias que nos vemos obligados a desempeñar al realizar nuestras funciones”. Las enfermeras añaden que “todas estas incidencias y problemas han sido comunicadas a nuestra supervisora y a todos los supervisores cuando se han encontrado de guardia de manera verbal, pero los problemas persisten y se incrementan con efecto poco resolutivo”.Con fechas anteriores, el personal del hospital hizo un llamamiento a la sociedad para que le proveyera del material preventivo necesario para realizar su labor.