Huelva

En busca y captura 13 presos por no volver a la cárcel tras disfrutar de permisos

  • El sindicato Acaip dice que los evadidos aumentaron en 2012 un 600% por la "falta de experiencia y criterio" del director del penal La Junta de Tratamiento sólo autorizó cuatro de estas salidas

Preparar a los reclusos para la vida en libertad. Éste es leitmotiv de los permisos ordinarios penitenciarios, que facilitan la reinserción, favorecen los vínculos familiares y sociales de los internos y mitigan las consecuencias del encarcelamiento prolongado. En el macropenal de Huelva, los presos que obtienen estas concesiones están en segundo grado -los de tercer grado están adscritos al Centro de Inserción Social (CIS) y no a la cárcel- y pueden llegar a disfrutar de hasta 36 días de libertad al año.

Hasta 2012, la media de reclusos que obtenían permisos y que no regresaban después de culminarlos en Huelva era de 2,5 anuales. Pero la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) hizo público ayer que desde febrero del ejercicio pasado hasta 13 internos quebrantaron estas concesiones, periodo que coincide con la llegada de Alejandro Zulueta a la dirección del presidio de La Ribera.

El delegado sindical de Acaip en Huelva, Genaro González, evidenció que "los evadidos se han multiplicado por más de cinco" en sólo diez meses, algo que no había sucedido "desde que se abrió este centro en agosto de 1996 ni con ninguno de los directores que ha tenido". La media de los internos que no volvieron después de agotar el plazo de permiso ordinario se ha incrementado así "entre un 500% y un 600%, una cifra escalofriante" que deriva en la deserción media de más de un interno al mes.

La situación se agrava si se tiene en cuenta el trasvase al CIS de los reclusos en tercer grado, circunstancia que ha reducido notablemente la población de la cárcel onubense, que actualmente ronda las 1.500 personas. Según González, todavía adolece de una clara sobreocupación del 150% pero que dista mucho del 185% alcanzado años atrás.

El órgano que se encarga de proponer al Juzgado de Violencia Penitenciaria -previa solicitud del interno- los candidatos a la concesión de los permisos es la Junta de Tratamiento del penal, presidida por el director del centro, Alejandro Zulueta. Acaip deja claro que durante los últimos 11 años ha estado conformada prácticamente por el mismo equipo humano y subraya que "la jueza de Vigilancia Penitenciaria, encargada de aprobar los permisos, también es la misma".

Es decir, que a su juicio la responsabilidad de que trece presos llegaran a estar en busca y captura en 2012 -uno o dos ya han sido localizados- por no volver tras la salida concedida es "del director". Y es que Zulueta ejerce de presidente de la Junta de Tratamiento y su voto es decisivo por ser el de calidad. "Esto no es más que una expresión del autoritarismo, sumada a la falta de experiencia y criterio, que está padeciendo el centro penitenciario desde que Alejandro Zulueta está al mando del penal onubense", sentencia Genaro González.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (IIPP) indicó ayer a este diario que de los trece permisos quebrantados en 2012, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Huelva sólo dio el visto bueno a cuatro. Los otros nueve reclusos que no volvieron a La Ribera el día indicado "tenían un informe desfavorable de la cárcel". Después de que los internos vieran denegada su petición de salida temporal ordinaria, solicitaron a la jueza de Vigilancia Penitenciaria la autorización "y fue ella quien se los concedió".

Las fuentes de IIPP consultadas por este rotativo aclararon que "en nuestra estadística no figuran 2,5 quebrantamientos al año porque hablamos de personas y no se pueden dividir". Además, recalcaron que la práctica habitual es que "los presos regresen por iniciativa propia a la cárcel días después" de caducar el tiempo de salida autorizado.

Para Acaip, la coyuntura actual en la prisión onubense -a la que hay que sumar la ejecución de cinco ceses y cinco nuevos nombramientos en la directiva en apenas diez meses- es "sólo una muestra del desgobierno y de la falta de criterio que esta sufriendo el centro penitenciario, provocada por la inexperiencia, que tiene su mayor exponente en el director del centro penitenciario".

Que la fuga de estos trece internos se produjera bajo el mando del recién llegado Zulueta ha desatado la alarma en la sección sindical de Acaip Huelva, donde "creemos muy poco en las coincidencias". Genaro González agregó a esta apreciación que, desde que el nuevo director lleva las riendas de La Ribera, "en nuestro centro penitenciario se respira un ambiente de inseguridad palpable, desembocando en una desconfianza aterradora, y mientras tanto los funcionarios continuamos rezando para que no pase nada más".

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