Zalamea y Aracena celebran las fiestas de San Blas

La localidad zalameña cumplirá con la tradición del aceite La imagen del santo saldrá en procesión por las calles aracenenses

La imagen de San Blas en procesión en Aracena. Abajo, fieles junto el santo en Zalamea.
La imagen de San Blas en procesión en Aracena. Abajo, fieles junto el santo en Zalamea.
José M. Jiménez· Javier Moya

03 de febrero 2013 - 01:00

Zalamea celebra cada 3 de febrero el día de San Blas, una romería de invierno en la que los zalameños se desplazan a la ermita del santo, ubicada a unos dos kilómetros del casco urbano junto al antiguo camino que comunicaba la villa con la aldea de Las Delgadas.

Al mediodía, los alrededores de la ermita comenzarán a llenarse de grupos de amigos o familias para pasar una jornada campestre cuya parte litúrgica la compone la celebración de la misa en el interior del templo, que incluye la bendición del aceite que posteriormente les fieles se ungirán en la garganta. San Blas fue un obispo de origen armenio, concretamente de la zona de Sebaste, que hizo vida eremítica en una cueva del Monte Argeus y era conocido por su don de curación milagrosa.

Es tradicional en Zalamea el cordón de San Blas conformado por hilos de diferentes colores que se venden en la propia ermita durante la jornada. Desde hace unos años, Manos Unidas aprovecha la fiesta para montar un puesto donde se venden dulces típicos, café y chocolate cuya recaudación se destina a causas benéficas.

La ermita estuvo dedicada, en sus inicios, a Santa María de Ureña. En el siglo XIX es mencionada con el título de San Blas y se le adscribe una huerta y dos tierras numeradas, que costean una función religiosa en su día y una lámpara de aceite que arde en el altar todo el año. La construcción data de finales del siglo XV, siendo la segunda más antigua erigida en Zalamea la Real, después de la ermita de San Vicente.

En Aracena, el Patrón de la localidad, San Blas Obispo y Mártir, sale hoy en procesión, sobre las doce y media de la mañana, justo después de la misa, de once, desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. En la misa previa se repartirán los panes típicos (conocidas como rosquillas de San Blas), obsequio del Ayuntamiento de Aracena (el pasado año se hicieron 1.500).

Los costaleros del paso estarán dirigidos por el equipo de capataces de la Hermandad. El recorrido será el habitual: bajada por la calle Francisco Rincón, conocida como Empedrá, seguirá por el centro a través de la Avenida de la Constitución y así rodear la Plaza del Marqués de Aracena, conocida como el Paseo. Después atravesará la calle Barberos y cruzará toda la plaza de Santa Catalina para pasar por el Ayuntamiento y así volver de nuevo a la Parroquia en la Plaza Alta.

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