Día Internacional del Yoga

Yoga, mucho más que posturas imposibles y flexibilidad corporal

  • Según los maestros yoguis todo el mundo puede practicar, pero no todos pueden hacer el mismo tipo de yoga

  • La práctica continuada aporta múltiples beneficios físicos y emocionales

Alumnas del centro Sadaka durante una de las clases de Unnata Yoga.

Alumnas del centro Sadaka durante una de las clases de Unnata Yoga. / Josué Correa

Hoy 21 de junio el mundo entero está celebrando el Día Internacional del Yoga, una disciplina milenaria que se originó en la India hace más de 5.000 años y que cada vez tiene más adeptos en Huelva. Y es que como comentan todos los que la practican habitualmente, el yoga les ha aportado un sinfín de beneficios físicos, emocionales, mentales y espirituales.

Así lo cuentan Javier Muriel y Helena Chacón, dos de los yoguis onubenses más veteranos que han visto cómo desde hace más de 10 años los alumnos que han acudido a su escuela Yoga Kula han notado muchas mejorías, “si tu motivación es mejorar la salud física, el yoga te aportará fuerza, resistencia, equilibrio y flexibilidad; además, paralelamente, la práctica beneficia los distintos sistemas fisiológicos como son el sistema cardiovascular, el digestivo, el respiratorio, el nervioso, etc”.

Pero es que además el yoga va más allá de lo físico y esto es algo en lo que coinciden todos los que lo han probado, ya que a todo la anterior hay que sumar que “podrás disfrutar de una mejoría en tu esfera emocional y mental por que el yoga nos brinda la oportunidad de gestionar adecuadamente nuestras emociones, de observar y modificar nuestros patrones mentales, así como de mejorar nuestra relación con los demás”, explican.

Adriano Flores haciendo la asana Sālamba sarvāṅgāsana Adriano Flores haciendo la asana Sālamba sarvāṅgāsana

Adriano Flores haciendo la asana Sālamba sarvāṅgāsana / Alberto Domínguez

Quizás es precisamente ésta parte más espiritual de la disciplina lo que la ha llevado a tener tanto éxito entre las mujeres principalmente, o al menos eso piensa Adriano Flores, profesor de yoga en el centro de la capital onubense Achala. Adriano cree que las mujeres siempre han tenido más predisposición a este tipo de prácticas gracias a su mayor capacidad de conectar con las emociones y con la interioridad, “aunque afortunadamente esto está cambiando y cada vez son más los hombres que se quitan los prejuicios y se aproximan a la práctica de yoga”.

Por que es importante recordar que el yoga lo puede practicar todo el mundo, “pero no todo el mundo se encuentra en el momento vital adecuado para practicar yoga”, traslada Adriano. Para el yogui, “empezar a hacer yoga tiene que salir de uno, bien sea porque se encuentra en un momento de su vida en el que se ha dado cuenta de que necesita parar y cree que el yoga le puede venir bien para eso; o bien una persona que se está recuperando de una lesión porque tiene una hernia discal, le acaban de operar y se apoya en el yoga para la recuperación. Siempre hay una situación previa, una antesala, que te lleva a tomar la decisión de comenzar con el yoga”.

Una vez tomada la decisión de iniciarse en la practica es importante tener en cuenta que no todos podemos practicar el mismo tipo de yoga. Afortunadamente, el carácter universal de esta disciplina milenaria hace que prácticamente exista un tipo de yoga para cada persona, con independencia de su condición física, emocional o incluso espiritual. Por que el yoga no es hacer posturas imposibles, es llevarte hacia dentro, escucharte y sentirte, y para lograr eso, afortunadamente hay muchas herramientas posibles. Entre algunas de estas herramientas destacan la práctica de asanas o ejercicios psico-físicos, pranayamas o ejercicios de respiración, la meditación o los mantras, entre otros. 

Actualmente la práctica más extendida en occidente es Hatha Yoga, una rama del yoga de la época medieval centrada principalmente en el cuerpo físico y enérgetico, en la que encuentran su raíz la mayoría de los estilos de yoga que existen hoy en día.

Aún así, según relata Adriano Flores, “para que el yoga no sea sólo una gimnasia exótica, tiene que haber siempre un componente de respiración en la práctica como tal de las posturas y especialmente al final, ya que eso es lo que hace que el yoga sea yoga”. Y es que según explica el yogui, “en todas las clases, para que sea una práctica de yoga como tal, hay que acabar con una práctica específica respiratoria, los pranayama. Si la práctica física de asanas no termina en una posición sentado, dónde tratas que el cuerpo moleste lo menos posible y que estés cómodo para que haya un trabajo de introspección respiratoria y mental, no se puede considerar una práctica completa”.

Alumnos realizando una apertura de pecho como preparación a la clase. Alumnos realizando una apertura de pecho como preparación a la clase.

Alumnos realizando una apertura de pecho como preparación a la clase. / Josué Correa

En lo referente al equipamiento, para hacer yoga es importante recordar que sólo necesitas tu cuerpo, tu mente y un poco de curiosidad. Aunque claro, también ayuda tener un pantalón deportivo, mallas o pantalón corto, además de una camiseta no demasiado ancha. Respecto a los zapatos, al contrario que con otras actividades físicas para el yoga no hay que hacer una gran inversión en calzado específico ya que se realiza descalzo. Un elemento que sí que es fundamental es la esterilla, comenta Verónica, del centro capitalino Yoga Sadaka, “no sólo para crear la adherencia necesaria, que también, si no para marcar un espacio interiorización, de enfoque, de no distracción”.

Para ella, el yoga es algo que se puede practicar desde todas las edades y todos los días, “siempre que no agotes tu cuerpo y tu energía, para que sea algo que te recargue y no que te desgaste”. Lo importante, insiste Verónica, es probar “yo se lo digo a todo el que llama a mi puerta, si no pruebas, no sabes, así que prueba”.

Precisamente una buena forma de probar, ahora que llega el buen tiempo, son los talleres que todos los sábados por la mañana, de 10:00 a 11:15, organiza en el chiringuito Enebral de Punta Umbría, “te puedes informar en nuestra página de Facebook, reservar tu plaza y cada fin de semana hacemos una práctica diferente, para que el alumno pueda conocer los distintas estilos y así encuentre el más adecuado”.

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