Aunque Howard Phillips Lovecraft fue de los pocos escritores de principios del siglo XX en definir su propia obra como weird fiction, el término está más vivo que nunca, gracias al legado de Lovecraft y a su imborrable influencia sobre autores de todas las disciplinas artísticas. Aunque algunos valores de sus obras estén muy arraigados a su contexto, fue un creador de conceptos innovadores para amantes del género del terror, que formaron mitología propia, Los Mitos de Cthulhu. Este ciclo literario, desarrollado entre 1921 y 1935, renovó el horror gótico.

Uno de los relatos que forman el ciclo de horror cósmico es El color que cayó del cielo, publicado por H. P. Lovecraft en la revista Amazing Stories en 1927. Como gran parte de los escritos del autor, está narrado en primera persona y tiene como motivo central una entidad del espacio, aunque en esta ocasión no se trata de una criatura, como en la mayoría de relatos de Los Mitos de Cthulhu, sino que será el color venido del espacio el que sembrará el terror.

El relato comienza con la inspección de unos terrenos por parte de un ingeniero, para construir un embalse en una región en la que antaño la caza de brujas fue intensa. Intrigado por un ruinoso pozo, único vestigio de actividad humana en esa gran extensión cubierta de polvo y rodeada de árboles, se dirige a la casa del anciano Ammi Pierce, que vive en los límites de esa extensión, para entrevistarlo y conocer más detalles de la zona, haciendo que el viejo rememore el terror que él y el resto de habitantes experimentaron a partir de la caída de un meteorito junto al pozo décadas atrás.

Al igual que el resto de medios, el cómic no ha permanecido ajeno a la obra de Lovecraft. Así, podemos disfrutar de grandes cómic influidos por el escritor, como la versión de Alberto Breccia en Los mitos de Cthulhu, el trabajo de Alan Moore y Jacen Burrows en Neonomicon y Providence, la experimentación gráfica de José Mª Beà en Peter Hipnos, las reminiscencias de Kentaro Miura en Berserk y la asimilación de conceptos de Gou Tanabe en Las montañas de la locura.

Aunque Tanabe se ampara en el trabajo de los autores que lo precedieron y elabora representaciones gráficas reconocibles para lectores familiarizados con el universo lovecraftiano, realiza un espectacular trabajo en el apartado artístico de este manga, demostrando una impronta propia y consiguiendo transmitir el horror que desencadena el fulgurante y fosforescente color que emana del lugar donde impactó el meteorito. El autor suple la carencia de color en la obra a través de una barroca ambientación, dominada por la tinta en los instantes en que desea acentuar la opresión, y los mecanismos gráficos que indican a los lectores las consecuencias de todo aquello que entra en contacto con esa entidad cósmica, como la vegetación marchita, las mutaciones experimentadas por los animales o los cambios físicos y la pérdida del juicio a la que se ven sometidos los seres humanos.

El guion de Tanabe es tan sobrio como efectivo, combinando diálogos y cuadros de texto explicativos que son usados solamente en caso de necesidad, cediendo todo el peso narrativo al dibujo con el que retrata el terror experimentado por los habitantes de las granjas próximas a la zona de impacto del meteorito.

Howard Phillips Lovecraft (Providence, 1890-1937) fue un escritor de relatos y novelas de terror y ciencia ficción. Fue un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia, Los Mitos de Cthulhu. Su obra es un clásico del horror cósmico, una línea narrativa apartada de las tradicionales historias de terror, incluyendo elementos de ciencia ficción, como razas alienígenas, viajes en el tiempo o existencia de otras dimensiones.

Gou Tanabe (Tokyo, 1975) es un historietista japonés muy reconocido por sus adaptaciones de la obra de Lovecraft. Sus manga han sido traducidos a múltiples idiomas. Pasó al primer plano de la profesión en su país al ganar el premio Shiki en 2003, que otorga la revista Afternoon, concedido por su primera obra serializada en sus páginas: Sunakichi. En 2020, Tanabe ganó el premio a la mejor serie del Festival Internacional de la Historieta de Angulema por sus adaptaciones de Lovecraft.

La próxima semana: La Espada de Hielo (1982), de Massimo De Vita, que presenta a Mickey Mouse y otros personajes de Disney en una epopeya fantástica llena de aventura y de valores positivos.