Un verano diferente, disfrutando de los atractivos naturales del paraje Marismas del Odiel y aprendiendo de su flora y su fauna. La Escuela de Exploradores abre por sexto año sus puertas a niños con edades comprendidas entre los cuatro y los catorce años, a los que da la posibilidad de pasar parte de sus vacaciones en contacto directo con la naturaleza, en plena Reserva de la Biosfera.

Este año se ha registrado un gran número de inscripciones, de hecho casi se han cubierto las 850 plazas que se ofrecen para las once semanas en las que se desarrollará la Escuela de Exploradores, que permanecerá abierta hasta la primera semana de septiembre, de lunes a viernes en un horario flexible de 7:30 a 15:30. Los alumnos pueden asistir varias semanas a lo largo del periodo estival.

La iniciativa, que cuenta con el patrocinio de Atlantic Copper, tiene un doble objetivo, por una parte ofrecer a los padres una especie de campamento en el que poder dejar a sus hijos mientras trabajan, y por otra enseñar a los pequeños el Paraje Natural Marismas del Odiel y concienciarles de la importancia de su conservación.

"Las nuevas generaciones estarán más familiarizadas con el paraje", apuntó Francisco Morales, gerente de Onubaland, empresa que gestiona el centro de visitantes Anastasio Senra y que diseñó este proyecto didáctico "para la diversificación del uso del centro y como fórmula de sensibilización hacia el espacio que garantice su sostenibilidad".

Morales señaló que "el incremento del número de participantes avala la metodología empleada". Explicó que se basan en el método Montessori y sobre todo "en el autodescubrimiento" a través de diversos juegos y experimentos.

Distribuidos, según las edades, en cuatro grupos denominados con nombres de aves: Calamones, Espátulas, Flamencos y Águilas, los pequeños exploradores aprenden, entre otras cosas, a seguir las huellas y los rastros dejados por los animales, a reconocer e identificar a los distintos tipos de aves y plantas y a orientarse en un espacio al aire libre.

Las semanas se planifican con contenidos específicos. Morales comentó que ya se han abordado los récords Guinness, tales como el cuello de la jirafa, la velocidad del guepardo y el peso de la ballena; los superhéroes, entre los que estaría el camaleón y su capacidad de cambiar de color; los minimundos, en los que los pequeños conocieron cómo es la vida en un hormiguero o en un panal, y con la casa a cuesta, con tortugas, bivalvos y crustáceos como protagonistas.

En la Escuela de exploradores, que cuenta con doce monitores, se hace especial hincapié en las habilidades sociales y el trabajo en equipo, "y continuamente se lleva a la práctica la Ley de las Tres R (reducir, reciclar y reutilizar). Con pequeñas botellas de plástico los niños han realizado comederos para los pájaros que han colgado en los árboles en el por ellos bautizado Bosque Encantado, cuyo recorrido empieza por una chopera, una serie de chopos en cuyos troncos se dibujan formas parecidas a unos ojos.

La temática de esta semana es el cambio climático, que se aborda desde diferentes perspectivas. Los más pequeños, del grupo Calamones, hicieron ayer con globos una reconstrucción de la Tierra y la capa de ozono; los del Aula Espátula realizaron un experimento para ver los efectos del calentamiento global; los del grupo Flamencos avistaron aves en una laguna medio seca y apuntaron sus características y costumbres en el Cuaderno del Explorador, y los más mayores, los del grupo Águilas, aprovecharon que la marea estaba baja para ver a los flamencos y a sus polluelos comer en la marisma.