Huelva

La UHU insta a la Junta a impedir el derribo de un edificio del siglo XVII

  • La Universidad defiende la declaración como BIC del Palacio de los Duques de Medina Sidonia y la antigua Casa de la Chanca, que se demolerá cuando se ejecute el proyecto de la Plaza Mayor

La Universidad de Huelva se embarca en una cruzada para salvar los dos únicos vestigios que quedan en la ciudad de la arquitectura civil del siglo XVII: el Palacio de los Duques de Medina Sidonia, que da nombre a su calle, y la antigua Casa de la Chanca, edificio que sigue en pie (aunque con pronóstico de demolición), junto al solar del Mercado del Carmen, y donde hace 300 años se subastaban y salaban los atunes capturados en la almadraba de El Terrón. Un grupo de profesores elevará mañana al Consejo de Gobierno de la UHU una propuesta para solicitar a la Junta de Andalucía la declaración de estos dos inmuebles como Bien de Interés Cultural (BIC), blindaje para su conservación y puesta en valor.

En el caso del palacio, actualmente en uso comercial, esta catalogación reforzaría la que ya promovió el Ayuntamiento hace una década, cuando se incluyó esta construcción en un inventario de 200 edificaciones protegidas por su valor patrimonial. Sin embargo, a golpe de expedientes de ruina, el tiempo y la época de voracidad inmobilaria causaron bajas en un catálogo mermado con derribos y reconstrucciones, simulacros de la Historia que a menudo han remplazado a la auténtica arqueología urbana.

A juicio del catedrático y vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Juan José García del Hoyo, más acuciante es la necesidad de defender la conservación de la citada Casa de la Chanca (se propone, por ejemplo, su futura rehabilitación como Museo del Mar), promoviendo una campaña con la que la Universidad llama a la movilización social para frenar el derribo previsto en el planeamiento urbanístico. Y es que el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) 'Mercado del Carmen' califica "fuera de ordenación" esta construcción situada entre las calles Bocas y Duque de la Victoria, un edificio supeditado a la incompatibilidad de usos con el proyecto de la Plaza Mayor porticada. De esta manera, el inmueble (que alberga la mítica cuchillería de Aquilino, el Café Central y otros negocios) se mantiene en un tránsito provisional, acompasado frente a los puestos de venta ambulante, el patrimonio invisible de la plaza de abastos que no se mudó a Pescadería.

En el expediente que está montando la Onubense para remitir esta solicitud a la Consejería de Cultura, se fecha la construcción de este edificio a finales del XVII o principios del XVIII, a instancias de la Casa Ducal de Medina Sidonia con el objeto de comercializar y salar los atunes capturados por la Almadraba del El Terrón.

La pesca de almadrabas en la costa andaluza era monopolio de este ducado desde la Edad Media y, en la provincia de Huelva, desde finales del XVI se calaban dos almadrabas; la de tiro de Torre Carboneros, en la costa de Almonte, y la de Buche de El Terrón. Aunque ésta última almadraba era la más rentable de todas las que calaban los Guzmanes, no se encontraba radicada en territorio del señorío, dado que Lepe y La Redondela pertenecían al Marquesado de Ayamonte, mientras que la costa de Cartaya hasta la actual Punta Umbría lo era del Marquesado de Gibraleón, detentado por el Duque de Béjar. Por tanto, el puerto más cercano a la almadraba localizado en tierras del Duque de Medina Sidonia y Conde de Niebla, era la villa de Huelva.

Como posesión señorial directa, dicha casa era uno de los edificios de los que los Corregidores o Alcaldes Mayores nombrados por el duque tomaban posesión cuando iniciaban su mandato. Así, por ejemplo, el 1 de agosto de 1725, el corregidor Mateo Álvarez, tras recibir el Castillo de San Pedro, la cárcel y el Baluarte de La Estrella, situado, aproximadamente, bajo la actual Plaza Doce de Octubre, "tomó posesión de la Casa que llaman La Chanca, propia de la villa, donde se recoge el pescado de Almadraba", que se encontraba en la Calle de las Bocas, "frente al río de esta villa". Y es que la casa se encontraba en la esquina que daba a Los Barridos, una pequeña ensenada o playa localizada en la manzana que ocupó posteriormente el Mercado del Carmen, cuando se rellenó la zona con los terrenos procedentes del desmonte del cabezo del Molino de Viento (que dio lugar al Paseo de Santa Fe). A esta playa de Los Barridos se llegaba a través del estero de Las Metas, que transcurría bajo la actual Avenida de Italia. Este caño se dirigía hacia el río Tinto, comunicando Huelva con Palos mediante una barca pasaje, y en cuyo recorrido estaban ubicados varios molinos mareales.

La Almadraba de El Terrón se encontraba ubicada a la altura de la Ermita de Nuestra Señora de la Bella, antiguo Convento Franciscano, en Lepe. Era la única almadraba de Buche que calaba la Casa Ducal, que mantuvo el monopolio de explotación de las almadrabas hasta 1817, cuando el Marqués de Villafranca, heredero del Ducado, pierde dicho privilegio. No obstante, asociado con empresarios de Huelva, Isla Cristina y Ayamonte, siguió explotando esta almadraba hasta la década de 1850, pero ya entonces, desaparecidos los señoríos, los atunes se comercializaban y salaban en La Higuerita y en El Terrón.

Cuando el negocio salazonero se desplazó a Isla Cristina, tenía poco sentido seguir manteniendo en Huelva la Casa de la Chanca, por lo que, el 5 de junio de 1860, a través de su apoderado, Francisco García Goyena -jurista que impulsó la redacción del primer Código Civil y que era funcionario en Huelva- vendió, como consta en el Archivo Histórico Provincial, "una casa en la calle de las Bocas de esta villa llamada La Chanca". El destinatario fue Rafael Hernández, y la transacción se formalizó ante el escribano Manuel Sánchez Levanti. Dicha vivienda, como figura en los registros de la desaparecida Contaduría de Hipotecas de Huelva, se encontraba situada en la esquina de la Calle de las Bocas con Los Barridos, y tenían impuesto un censo desde 1790.

Con posterioridad no consta ninguna edificación de nueva construcción en la manzana en cuestión, como se ha verificado documentalmente, por lo que, según defienden desde la Universidad, el edificio situado en el número 5 de la calle Bocas, más o menos remozado y desvirtuado por los bajos comerciales, "no es sino la Casa de la Chanca, construida por el Duque de Medina Sidonia a finales del XVII -subrayan-, posiblemente de forma simultánea a la construcción de su Casa Palacio y, junto a ésta, son, hoy por hoy, los dos únicos restos de arquitectura civil del XVII o del XVIII que quedan en la ciudad. El palacio parece que, al menos por ahora, no corre peligro, pero, sin embargo, la Casa de la Chanca, en el PERI de la zona del Mercado del Carmen tiene prevista su demolición. Ello supondría dar el último paso para la destrucción de todo nuestro legado histórico y creemos que, como onubenses, debemos impedir esta eventualidad e impulsar la declaración de Bien de Interés Cultural de ambos edificios para protegerlos de futuras actuaciones urbanísticas".

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