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Psicología y salud: Cómo podemos ayudar a una persona con depresión

Una mujer mayor mira al frente ante la mirada de otra mujer.

Una mujer mayor mira al frente ante la mirada de otra mujer. / M. G.

Muchas personas con depresión sienten que su familiares o amigos no les ayudan, o que no saben cómo ayudarles. Se suele confundir a una persona con depresión con una persona que no tiene voluntad y que es perezosa o vaga y en casos más extremos hay personas que piensan que las personas depresivas fingen estar mal, que realmente no les pasa nada.

La depresión es una de las enfermedades psicológicas más comunes y que va en alza. La familia y amigos son uno de los pilares más básicos que cuenta la persona que está deprimida, pero el desconocimiento de esta enfermedad hace que muchos acompañantes del depresivo no lo hagan bien, ya que suelen cometer errores y equivocarse en cómo hacer para ayudarles.

Los tres errores que se cometen a la hora de ayudar a alguien con depresión, son estos: Creen que la depresión es que la persona está triste, la tristeza no es una patología es una emoción necesaria en casos en los cuales nos sentimos mal, pero es una emoción reactiva, es decir, ante una situación concreta negativa, como puede ser la muerte de un ser querido habría un trabajo, la ruptura de pareja, etc. Pero la depresión, si es una patología que requiere incluso a veces de medicación.

El segundo error es cuando las personas de alrededor creen que es un tema de fuerza de voluntad. Por eso a la a la persona depresiva no se le puede decir que es que no pone de su parte o que realmente es una vaga lo que no quiere es trabajar o hacer cosas.

Y la última es cuando los familiares intentan obligar a la persona que está depresiva hacer cosas, como ir a fiestas reuniones, creyendo que así eso les va animar, pero todo lo contrario, ya que esa persona se siente mucho más frustrada al llegar un sitio y ver lo mal que está, comparada con los demás. Es mucho mejor empezar por actividades pequeñitas y ver qué le gusta a esa persona hacer a solas.

 ¿Cómo podemos ayudar a un familiar o a un amigo que se encuentra depresivo?:

Ofrecer tu apoyo y compañía es fundamental, hacerle ver que estás ahí, llamarla cuando puedas sin agobiar, ofrecer no significa imponer. Respetando que a esa persona no le apetezca en ese momento coger el teléfono y que lo haga cuando se sienta bien, sin reprochar al depresivo porque no te ha devuelto la llamada o porque no te llama.

Mostrar empatía y hacerle ver que sabes que no es porque ella no quiera poner de su parte, que no es un tema de fuerza de voluntad. Es un tema de un proceso en el cual requieren cambios a nivel de pensamientos, de sentimientos y de acción.

Invita a que busque un profesional, ya que lo necesita y que haga verle, que no es su culpa, que es un proceso que le ha llevado por una serie de consecuencias en su vida.

No le reproches, no es la persona la que quiere estar ahí mal, es su depresión, intentando no darle sermones del daño que hacen a los demás como tiene a su familia abandonada, triste etc. No culpabilizarla.

La no sobreprotección, esto suele ser mucho en hijas que tienen madres con depresión, que intentan trabajar su depresión por ellas y esto es imposible, la gestión emocional es individual y de cada uno.

Intenta cuando quedes con ella a tomar un café o vayas a visitarla, no centrar tu atención en su sufrimiento, es decir, hablar de otros temas más banales que sean del día a día.

Es un proceso lento entonces y con un camino largo hay que ser pacientes en el acompañamiento, ya que el que peor lo pasa es el que tiene la depresión no tú.

Hay que preguntar también si esa persona tiene alguna idea suicida, no tener miedo porque creer que si preguntamos, estamos dando la opción de que lo haga, pero es que hay que saberlo porque si es así hay que buscar ayuda urgentemente.

No les exijas más de lo que te puede dar, ya que la persona no se quiere sentir mal, lee algo sobre depresión que te pueda ayudar a entender mejor el trastorno.

Es cierto que cuando convives con una persona con depresión, o sea la misma casa, uno tiende hacerse el salvador del paciente y tú no eres responsable de la persona, eres un acompañante, un familiar pero no puede ser el responsable de su depresión.

Existe también el síndrome del cuidador, es decir, la persona que acompaña el depresivo también debe de buscar ayuda porque llega un momento que se puede desesperar porque piensa que no es capaz de llegar a ayudarla o porque cree que es por su culpa.

Salir con otras personas que no tienen depresión, que puedas hablar de cómo te sientes al cuidar del familiar depresivo, te puede ayudar mucho. Al cuidador se le recomienda que salga a tomar algo, que se mueva haga deporte y que se relacione con personas que no hablen del tema.

Es normal que la persona que cuida al depresivo a veces siente rabia y enfado ante su ser querido, pero tienes que aceptar como normal, eso se debe a tu fatiga emocional y tu desgaste de querer acompañar al depresivo.

Anima a tu familiar o amigo depresivo a que busque ayuda y si tú la necesitas como acompañante búscala también. No podemos hacer el trabajo que es del otro por nosotros mismos.

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