El Recre descorcha la ebullición del PP

Una reunión del partido con el empresario de Moody Investments, Vicente Simón, provoca la indignación en el grupo municipal

Salvo Berta Centeno, que asiste al encuentro, ningún edil popular tenía conocimiento de él

El presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, saluda al empresario Vicente Simón, ante la mirada de la concejal Berta Centeno.
El presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, saluda al empresario Vicente Simón, ante la mirada de la concejal Berta Centeno. / Alberto Domínguez
Ana Vives Casas

Huelva, 05 de julio 2017 - 02:09

Cuando todas las miradas estaban en el incendio de Riotinto, la capital escondía sin saberlo (o no) el sacacorchos de un envase que aguanta demasiado tiempo las burbujas. A primera hora de la mañana se quitó el tapón y la ebullición se desató. ¿El lugar? La sede del Partido Popular. ¿La hora? Las 09:45. ¿Los protagonistas? El secretario general del partido en Huelva, David Toscano; la concejal del grupo municipal popular, Berta Centeno, y Vicente Simón, el hombre fuerte de Moody Investments, la empresa que ha intentado hacerse con el Recreativo y cuya oferta ha sido valorada negativamente por la Mesa de Contratación del Ayuntamiento. Los tres se reunían para "hablar de la oferta" de compra del Decano. La iniciativa fue del empresario, que, según ha podido saber Huelva Información, tenía interés en intercambiar opiniones con el Partido Popular.

Al margen de lo oportuno o no que pueda parecer el encuentro (una vez que no se ha respaldado la oferta), lo que ha logrado es la indignación interna en el grupo municipal popular. Porque el de ayer ha sido el detonante de "muchos gestos" que se interpretan por la mayoría de los concejales como una "falta de respeto" o "ninguneo" hacia un grupo de personas que prácticamente llevan "veinte años trabajando por la ciudad". Y es que si la reunión es de partido (el presidente delega en el secretario general porque no podía asistir a la cita) no se entiende por qué hay un concejal, pero además, lo que llega incluso a irritar -según el testimonio de varios de ellos- es por qué si se decide que acuda un edil, no es el que tiene la portavocía, o en su defecto -piensan algunos- quienes han tratado el tema de la venta del Recre desde el principio. Y lo que causa más indignación: ¿por qué nadie en el grupo, salvo Centeno, conocía la existencia de esa reunión? La respuesta de la mayor parte de los ediles es que "es una bofetada a la portavoz y al resto de sus compañeros". Sobre todo, cuando 24 horas antes los concejales mantenían una reunión precisamente para hablar de este asunto con el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz.

Piden la autonomía que tienen otras ciudades y que se les trate como a un grupo municipal

El gesto de ayer es significativo de lo fastidioso de la situación que se vive en el PP de la capital, donde algunos llegan a hablar de "desgobierno", "falta de autonomía" y "carencia de atención". Es "como si quisieran dejarlo morir", dicen otros. Los ediles no hablan de puertas para fuera, pero las imágenes que dejan en su exterior sí lo hacen y reflejan una armonía entre siete de ellos frente a todo lo contrario con la octava, Berta Centeno. El distanciamiento se ha ido labrando "desde el primer día". Y quizá se ha removido demasiado, dejando de lado al resto.

Ayer, en la mente de muchos la pregunta era clara: "¿Qué hemos hecho para que nos quieran borrar del mapa?", aludiendo a la sensación que viven "con algunos responsables del PP". De alguno de ellos, lo único que reciben es "negativas" para reunirse y "buscar soluciones a la situación". "Solo pedimos -dicen otros- la autonomía y el trato de cualquier grupo municipal".

Han pasado dos años desde que Centeno entrara en el grupo y el resto de concejales nunca ha querido pronunciarse sobre ella, a pesar de que las diferencias existen. La más evidente llegó cuando Pilar Miranda decidió compartir su asignación de portavoz (de 58.000 euros) con Carmen Sacristán. Un gesto que intentaron que también llevase a cabo la viceportavoz Berta Centeno (con una asignación de 50.000 euros) y que ella rechazó. Desde entonces, se han dejado ver señas y actuaciones que apuntaban a la tirantez que existe y que se sostiene -según la opinión de la mayor parte de los ediles- porque "sólo acude a actos institucionales y de partido, mientras tiene abandonado el trabajo del grupo".

El cambio de portavoz en el grupo hace ahora seis meses, tras la designación de Ángel Sánchez como nuevo adjunto al director de gabinete del Ministerio de Empleo, que coincidió con la petición de su salida por parte de seis de los ocho concejales del grupo popular, parecía que iba a abrir el camino a una nueva etapa en el seno de los populares. Al principio fue así, pero el tiempo ha demostrado que han sido "numerosas" las veces que se ha agitado la botella y "el tapón al final se rompe".

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