Huelva de ayer a hoy

El Punto, su kiosco y el recuerdo a Paco Isidro

  • El cantaor forma parte de la historia del fandango de Huelva, declarado BIC, del que consiguió crear una variante única y genuina, que hoy se sigue recordando

El kisoco de Paco Isidro en la plaza de El Punto.

El kisoco de Paco Isidro en la plaza de El Punto. / ARCHIVO

El Punto continua siendo un lugar de referencia para los onubenses. La entrada de la ciudad, la Casa Colón, el monumento a la procesión de la Virgen del Rocío... E, igualmente, un recuerdo histórico al Kiosco de Isidro, de la familia del célebre cantaor Paco Isidro, Francisco Barrera García.

Aquí se encontraba el Monumento a los Cantes de Huelva que en el año 2013 al levantarse el Monumento a la Virgen del Rocío el Ayuntamiento decidió emplazarlo en los jardines de la avenida de Andalucía, a la altura de la Peña Flamenca. Una escultura artísticamente potente del escultor Pepe Noja y del que en la misma avenida se cuenta con el monumento a la provincia de Huelva, inaugurado en la celebración del 92.

En El Punto se mantuvo también un recuerdo a Paco Isidro en un azulejo con el que se le homenajeó. Un punto neurálgico de la familia Isidro y es que el bar siempre estuvo especialmente vinculado a lo onubense.

Paco Isidro estuvo primero en el negocio del alquiler de los coches de caballo como su padre y cuando este transporte público de la ciudad fue reemplazado por los taxis se dedicó a ellos, contando también con personal asalariado.

Refieren las crónicas que en esta profesión comenzó a conocer a personas importantes y artistas que descubrirían en él un cante que le hizo famoso, que hoy también esta incluido en ese catálogo de Bien de Interés Cultural que es el fandango de Huelva.

Arte, fiestas flamencas y elegancia. Paco Isidro, acompañado del guitarrista Rafael Rofa padre, gozó en todo momento con la simpatía de los onubenses, seguidores de sus cantes, que hoy le recuerdan y le siguen en la voz a de otros cantaores. Lo mismo que su hijo Pepe Isidro que fue su gran continuador, persona que siempre reivindicó el sitio de su padre, un artista único en el mundo del flamenco.

En 2019 el Ayuntamiento de la capital le dedicó el monumento como creador de un estilo del fandango de Huelva único e inigualable.

Siempre célebre, un Paco Isidro recordado con letras que forman parte del imaginario flamenco de Huelva: “Aunque me voy y no me voy, aunque me voy y no me ausento, aunque me voy de palabra, pero no de pensamiento”.

Paco Isidro no se fue, que se quedó en la historia de Huelva y ahora permanece en bronce para las nuevas geenraciones en la plaza de El Punto.

Monumento a Paco y Pepe Isidro. Monumento a Paco y Pepe Isidro.

Monumento a Paco y Pepe Isidro.

Los cantes en el kiosco de Isidro

En la Plaza de El Punto se encontraba el kiosco de Isidro, lugar de cita para el célebre cantaor que regentaba el mismo. Un lugar donde se reunían aficionados para prodigarse en el cante, no era un lugar de fiestas, más bien de veladores con sillas de tijeras de madera para tomarse un vino del Condado. En la imagen se puede ver el célebre drago que desapareció en la apertura de la Gran Vía.

Monumento a Paco y Pepe Isidro

En los jardines de El Punto se encuentra desde abril de 2019 un monumento a Paco y Pepe Isidro que promovió el Ayuntamiento y que se levanta en los jardines, entre las palmeras de este lugar emblemático. Un monumento realizado por el escultor Elías Rodríguez Picón que perpetúa a un cantaor en un lugar emblemático y recordado como su sencillo kiosco que forma parte de una Huelva recordada por los flamencólogos.

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