Huelva

Psicología y Salud: Sobrepensar, las rumiaciones mentales

Dos chicos invitan a no sobrepensar.

Dos chicos invitan a no sobrepensar. / M.G. (Huelva)

Vivimos en un mundo en el cual estamos siempre en preocupaciones constantes y en distraernos todo el día. Es fácil caer en la trampa del pensamiento obsesivo.

Ya lo decía Marco Aurelio: “ el poder sobre nuestra mente está en nosotros mismos”, no podemos controlar el exterior, las cosas que nos suceden ,que no dependen de nosotros, pero si cómo manejamos y procesamos las circunstancias externas.

La mente está continuamente pensando, y analizando es algo común que nos pasa diariamente a todos, sobre todo las personas que tienen el hábito de sobrepensar todo lo que les pasa. Esa frustración que nos genera el estar atrapados en nuestras preocupaciones y nuestras dudas que hacen que estemos en una indecisión a la hora de tomar decisiones nos lleva a paralizarnos.

Ese pensamiento obsesivo, lo que hace es que estemos atrapados en una preocupación constante, nuestra mente no deja de maquinar ni de trabajar, ya sea por temas del pasado o por temas futuros. Nos encontramos atrapados en la espiral de “¿Y SI?...” que nos impide tomar decisiones claras y vivir con serenidad y romper este ciclo y recuperar tu espacio.

Nuestras mentes pueden ser engañosas, nos conducen a un laberinto de sobreanálisis sobre lo que nos falta, lo que podría salir mal o lo que aún no hemos logrado. Esto es lo que nos lleva a un estado de agotamiento mental y un descontento. El efecto que nos produce es estar pendientes de cosas que podrían pasar negativas o pensar en las cosas que ya nos han pasado también negativas, como resultado hace que no estamos pendientes de las cosas buenas que tenemos en el presente.

Por eso en vez de sobrepensar, lo que debemos es ir a la gratitud, gratitud de todo lo que tenemos en este momento presente.

Una de las formas en las que podemos aprender a estar en la gratitud, es a la hora de levantarte por la mañana o irte a la cama pensar en cuatro cosas de las cual tienes algo que agradecer ya puede ser poder darte una ducha caliente, un café recién hecho etc. ya que la gratitud lo que va a hacer es magnificar nuestro momento del día ya sé que ese sobre pensamiento no puede estar tan presente.

Otro de los conceptos que no pueden ayudar es el de abrazar nuestra impermanencia. Todo cambia, todo tiene movimiento y el creer que todo va a seguir igual de mal o que todo te va a salir mal hace que estos pensamientos sean muy persistentes. Por eso al aceptar la impermanencia podemos ver como los pensamientos vienen y se van, no son eternos. Y para ello tenemos que soltar nuestros pensamientos aquellos que no nos sirven, puedes imaginarte los pensamientos como si fueran nubes en el cielo que van moviéndose y van desapareciendo cambiando de forma hasta que el viento las mueve y desaparecen incluso.

Al sobrepensamiento también se le llama rumiación, es verdad que muchas veces nos vamos a la cama y empezamos a darle vueltas algún problema familiar o laboral que nos quita el sueño y acuden los pensamientos de una manera repetitiva buscando soluciones detrás de estas rumiaciones hay un problema de ansiedad y depresión.

Lo que las personas hacen con estos pensamientos pueden hacer que le genere malestar o bienestar emocional, y hay tres respuestas poco útiles que nos llevan a esta ansiedad y depresión una es reprimir lo que se siente, otra rumiar, la situación o el problema y/o tras darle vueltas y saber la causa de porque me encuentro mal de ese malestar.

En el tema de pareja suele haber dos estrategias muy poco útiles que se suelen dar y cuando uno ha discutido con su pareja es darle vueltas y vueltas sobre un tema del pasado y se queda en bucle de manera obsesiva pensando en la discusión y la otra estrategia negativa, que no nos ayuda en nada, es sobrepensar, es anticiparse a consecuencias negativas, como por ejemplo que puede haber una ruptura sin que haya podido llegar a suceder.

Es una experiencia humana común, tener preocupaciones y ocupaciones que nos molestan en el fondo de nuestra mente, persistentes, como el extractor de humo de una cocina. A menudo suelen presentarse cuando intentamos disfrutar de nuestros amigos, en una reunión, cuando estamos en familia o estamos trabajando o incluso cuando intentamos dormir.

Otra de las estrategias que también utilizo en consulta es aprender a darles un tiempo al día a las preocupaciones, pero un tiempo concreto, esto hace que nos liberemos durante el día y dediquemos tiempo determinado a lo que nos preocupa y no estar enganchados 24 horas al día.

Vivimos continuamente creando situaciones hipotéticas, terroríficas. Una frase que dice: “mi vida está llena de desgracias que jamás han sucedido”, esto no supone una cárcel mental, donde el crecimiento personal es imposible ya que nos quedamos estancados y el carcelero de nuestra cárcel es el sobreanálisis que hacemos sobre los pensamientos y preocupaciones.

 Eres el que manda sobre tu mente y no ella sobre ti.

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