Obituario

Miguel Martín Pérez, un personaje con ingenio

Miguel Martín Pérez, un personaje con ingenio.

Miguel Martín Pérez, un personaje con ingenio. / H. Información (Huelva)

Me cautivó al conocerlo. Corría el año 1986, ni más ni menos, cuando dando mis primeros pasos profesionales una voz bronca me daba la bienvenida a la FOE. Era él, con todo el ingenio que Dios le dio. Me tranquilizó en un escenario que me era totalmente ajeno y me espetó la pregunta típica de aquellos tiempos: "¿De quién eres hija?".

Se sorprendió de mi respuesta y yo agradecí que tanto mi padre como mi tío fueran gente de su entorno, conocidos y apreciados por él. Más de una vez lo habían desplazado en el coche oficial del Gobierno Civil a más que de una reunión y me contó desde ese momento mil aventuras a bordo de aquel Seat 1.500 del Parque Móvil Ministerial (PMM) que tantos y tantos "secretos de Estado" guardaba.

Su biblioteca la llevaba siempre en su cabeza y sus neuronas le funcionaron siempre al 1.000 x 1.000. Una fuente inagotable del saber, lo mismo te hablaba de la Revolución Francesa que sacaba lápiz y papel para recorrer la provincia con sus principales indicadores económicos e incluso el Romanticismo podría haber sido causa de conversación. Ojiplática, estuve siempre atenta a sus comentarios, en incontables reuniones en la FOE y en la Cámara de Comercio, porque de lo más insignificante construía una historia, basada en hechos reales y aderezada con su sapiencia, relacionando historia, literatura y economía, haciendo de ello un coktail perfecto.

Empresario de sectores punteros de la economía provincial como la fabricación de conservas, economista de prestigio, representante empresarial, allá donde participaba el genio se hacía presente. Y todo bajo un aspecto en el que primaba más bien la imagen de alguien despistado, de distraído, que lo era, pero que al mismo tiempo escondía a un gran erudito bajo esos cuidados trajes de chaqueta con corbatas siempre a juego que su inseparable y querida Mari Carmen le hacía lucir, aunque él ya se encargaba de darle ese toque personal tan suyo que tanto me hacía disfrutar y observar a cada paso que daba.

Les presento a Miguel Martín Pérez, a quien despido con pesar porque le apreciaba mucho, tanto que me duele no haber pasado a despedirme, pero no encontré fuerzas y espero que se me perdone. Ningún empresario, de los cientos que he conocido a lo largo de más de tres décadas, han dejado en mí una huella como él lo ha hecho. Me queda, al menos, el afecto de su familia, la de su siempre elegante esposa y la de sus hijas de las que también puedo presumir de su amistad, afortunadamente.

El término personaje recogido por la Real Academia Española de la Lengua define a la perfección su figura: "Persona que por sus cualidades, conocimientos u otras actitudes, destaca o sobresale en una determinada actividad o ambiente social". Así es, no había un lugar donde llegara, siempre cabizbajo, pero con una altura de miras que ya quisieran muchos, donde nunca pasaba desapercibido.

Hoy, tampoco nos deja indiferentes con su marcha, nos quedamos huérfanos unos pocos, pero sin duda allá arriba, ganará Dios con su presencia. DEP

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios