El juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción 3 de Ayamonte, Francisco Javier Parra, ha decretado la apertura del juicio oral contra Laurentiu Daniel Vasii por el asesinato en Lepe de su expareja sentimental, Cristina Marin, el 7 de julio de 2018.

Como consta en el auto de 9 de enero, al que ha tenido acceso en primicia Huelva Información, el juez considera que los hechos acontecidos "pudieran ser constitutivos de un delito de asesinato" y de otro de quebrantamiento de condena, puesto que Vasii fue sentenciado días antes del crimen –el 18 de junio de 2018– a no aproximarse a la víctima ni comunicarse con ella durante dos años por ser el autor de un delito de amenazas de género.

La autoridad judicial ratifica además la medida cautelar de prisión provisional del encausado –entre rejas desde el 10 de julio de hace dos años– hasta que se celebre el juicio.

Se enfrentará a un tribunal popular en la Audiencia Provincial de Huelva, órgano competente para el enjuiciamiento del procesado, al que la letrada de la Administración de Justicia del órgano ayamontino especializado en violencia machista remitirá las piezas de convicción y deducirá testimonio de los escritos de calificación de las partes, de toda la documentación obrante en la causa "no reproducible y que haya de ser ratificada en el juicio" y de la interesada por los intervinientes para su uso en la vista oral.

Asimismo, el juez requiere al acusado 459.036 euros para que, en el término de una audiencia, preste fianza por ese importe, de modo que queden aseguradas las indemnizaciones "a las que pudiera ser condenado, a favor de las dos hijas de la víctima, sus progenitores y su hermana. Si no lo abona en el plazo estipulado, "procédase al embargo de sus bienes en cantidad suficiente para cubrir dicha suma".

Hay que recordar que la Fiscalía solicita para Laurentiu Daniel Vasii la imposición de 26 años de reclusión, mientras que la asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, le reclama un total de 36 años.

El juez evidencia que de la instrucción puede deducirse que "indiciariamente" Cristina y Laurentiu Daniel mantuvieron una relación durante nueve años, de la que nacieron dos niñas, con cinco y tres años en la fecha de los hechos.

A principios de 2018 la joven decidió separarse del acusado, si bien "continuaron conviviendo en el mismo domicilio" de la calle Méndez Núñez de Lepe hasta que Cristina denunció el 17 de junio de 2018 ante la Guardia Civil que Vasii, "después de que ella le comunicara que se iba a marchar con las niñas, le amenazó diciéndole: "Te voy a matar y después me voy a suicidar".

Al acusado se le atribuyen un delito de asesinato y otro de quebrantamiento de condena

Tuvo que abandonar "el que había sido hasta entonces el domicilio común, y donde siguió viviendo Cristina junto con sus dos hijas menores, así como con el hermano del acusado y la pareja de este". Pero Vassi, "mostrando un absoluto desprecio por la resolución judicial y sin aceptar la ruptura con Cristina y que ella pudiera retomar su vida sentimental junto con otra persona", siguió manteniendo contacto con ella.

Como avanzó en su momento este diario, entre el 30 de junio y el 7 de julio llegó a llamarla por teléfono 78 veces, "la mayoría de cero segundos de duración por no haber obtenido respuesta".

En la mañana del trágico 7 de julio, Laurentiu Daniel "decidió ir a casa de Cristina. Marin le abrió la puerta y "sin que conste que se produjera ninguna discusión entre ambos, el acusado, con la firme voluntad de acabar con la vida de Cristina, de manera sorpresiva, la cogió por detrás y, con absoluta frialdad y desprecio hacia la vida humana, la atacó, propinándole múltiples navajazos, empleando para ello de manera sucesiva hasta tres cuchillos diferentes que fue cogiendo de la cocina".

Fue cambiando de arma "a medida que iba rompiéndolos al impactar sobre el cuerpo de la víctima". Estas fueron halladas quebradas por el mango cerca del cadáver de la perjudicada. Tenía solo 24 años.

La autopsia determinó que la joven rumana había sufrido 28 lesiones por arma blanca, 26 de las cuales se encontraban "en el plano facial y cervical, en el plano torácico anterior y lateral y en el plano dorsal de su cuerpo".

Tras la comisión de los hechos, el acusado salió de la vivienda y se marchó a bordo de su Opel Astra. Fue detenido por la Guardia Civil al día siguiente, en el punto kilométrico 3,500 de la carretera HU-3401, cerca de Tariquejo. El juez lo mandó a prisión el 10 de julio