Los Jardines del Muelle, el parque más antiguo de la capital onubense, construido en 1935 y conocido popularmente como el de las palomas, está perdiendo su identidad, los elementos característicos de este espacio público (fuentes ornamentales, estanque, kiosco-bar y tradicionales zonas de estancia) sufren un progresivo deterioro debido a la falta de conservación y mantenimiento así como a los actos vandálicos.

A pesar de ser uno de los lugares más concurridos de la ciudad, al que acuden fundamentalmente los fines de semana y festivos familias con sus niños para que los pequeños disfruten en las distintas áreas de juego infantil con las que cuenta, no hay un seguimiento por parte de la Administración local del estado de sus infraestructuras. Los servicios municipales que se prestan se limitan a la limpieza y a trabajos de jardinería y no hay un control del parque en su conjunto.

Las figuras de niños con grandes peces del estanque tienen pintadasLa escultura de Alonso Sánchez, de León Ortega, necesita una limpieza en profundidad

Los Jardines del Muelle ya perdieron parte de su fisonomía en 2005 con las obras de remodelación de la plaza 12 de octubre que supusieron un recorte de su superficie, ya que hubo que retranquear unos metros el espacio público para construir la avenida de Madrid. A esto se unió la merma considerable de su patrimonio natural a causa del picudo rojo, que acabó en 2011 con un gran número de palmeras, ejemplares que recorrían el pasillo central y rodeaban la fuente principal, conformando una bella composición que se complementaba con el típico vuelo en círculo de las palomas.

Las fuentes ornamentales y el estanque, los grandes atractivos del emblemático espacio, no funcionan y se han vaciado de agua, al igual que la artística fuente de los jardines, que está totalmente destrozada, fruto todo ello de años de abandono. Todas ellas están pendientes de un proyecto de reforma y puesta a punto, que contempla doce fuentes de la ciudad y cuenta con un presupuesto de 240.000 euros.

La actuación consistirá en la modernización de los sistemas hidráulicos, eléctricos y lumínicos. Desde el Ayuntamiento indican que el proyecto de mejora está en proceso de licitación.

En el caso de la pequeña fuente de los jardines habría que reconstruirla en su totalidad. Realizada en terracota seguía el diseño del conjunto escultural del estanque, esculturas de niños agarrando grandes peces de cuyas bocas salen los chorros de agua. En su caso, sólo había una figura central. De ella sólo queda parte de su basamento, en torno al cual hay pintadas y se acumula la basura, al igual que en el fondo del estanque, en cuyas esculturas de niños hay también pintadas, así como en el muro que separa este espacio público del edificio de la Autoridad Portuaria, en el que aún quedan los efectos de una hoguera.

El típico merendero o área de descanso con pérgola, ubicada en uno de los acceso del parque, es otro de los elementos que requieren una restauración. Faltan parte de los azulejos que recubren los bancos y la pérgola se ha quedado sin recubrimiento vegetal.

Aparte, necesita una limpieza en profundidad la escultura de Alonso Sánchez, obra de Antonio León Ortega, que fue inaugurada en 1970. Poco queda del blanco original de la piedra en la que fue esculpido.

En los Jardines del Muelle se encuentra una de las construcciones incluidas en el Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés, se trata del kiosco-bar diseñado por el arquitecto José María Pérez Carasa que sigue el estilo racionalista de los años treinta. Cuenta con protección integral, aunque el edificio, que está cerrado, no presenta un adecuado estado de conservación. Hay desprendimientos en sus cornisas y su fachada presenta varias grietas.

A esto se une la terraza del kiosco-bar, que se pavimentó en su momento y está en muy mal estado. Se quitó la carpa que la recubría y quedan en el basamento los huecos dejados por los soportes de la misma.

En cuanto a los servicios públicos del parque de las palomas, ubicados junto al estanque, según el Ayuntamiento están operativos de lunes a viernes de 11:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00; y los fines de semana de 11:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00, un horario restringido para la gran afluencia de personas que hay en este espacio público.

Manchas de todo tipo se pueden apreciar en el pavimento de caucho del área infantil con la que se dotó los Jardines del Muelle en 2009, en la que juegan diariamente niños de entre dos y doce años. Entre los juegos se encuentra una pequeña rejilla para saltar, en la que hace unos meses se lesionó un niño, al que se le quedó atrapado un pie.

En la otra área de juegos aún se mantiene el suelo de arena, aspecto que no agrada a muchos padres, que prefieren que sus hijos se diviertan en la primera. En esta segunda, es necesario reponer algunos juegos, es el caso de los columpios, que están deteriorados.