Incendio en La Hispanidad

Huelva da el último adiós a Noelia y Jesús Manuel

  • El obispo de Huelva oficia el sepelio de los dos hermanos

  • Cruz Roja atiende a varios miembros de la familia durante la misa

Los coches fúnebres que portaban los féretros de los dos hermanos, ayer en la plaza de los Descubridores.

Los coches fúnebres que portaban los féretros de los dos hermanos, ayer en la plaza de los Descubridores. / Alberto Domínguez (Huelva)

Ni uno solo de los habitantes de La Hispanidad quiso faltar en la mañana de ayer al sepelio de sus vecinos desaparecidos. La plaza de los Descubridores era un hervidero de onubenses que entregaban bolsas de ropa y enseres en la asociación de vecinos y hacían corrillos al sol, apenados, a la espera de que llegaran los féretros de Noelia y Jesús Manuel.

Eran las 11:54 cuando se inició el tañido fúnebre de las campanas de la parroquia del Pilar. Muchos ya ocupaban los bancos del interior del templo. Poco a poco la explanada se fue llenando de onubenses consternados por el terrible suceso de la mañana del 7 de enero.

También estuvieron allí los miembros de la Corporación municipal al completo, con el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, como cabeza visible, y otros miembros del Ayuntamiento como Wenceslao Font (Vox) o Pilar Marín y Francisco Millán (PP).

La presidenta de la Autoridad Portuaria de Huelva, Pilar Miranda, transmitió su cariño a los voluntarios de la Cruz Roja que ya iban tomando posiciones en el templo y su entorno para asistir a la familia de las víctimas, entre los que se encuentra su hermana.

El primero en aparecer fue Oscar Gómez, pareja de Noelia y padre del bebé que se encuentra todavía grave en la UCI pediátrica del Juan Ramón Jiménez. Visiblemente afectado y con una quemadura en la oreja, se adentró en la iglesia respaldado por tres voluntarios de Cruz Roja y por varios familiares leperos. Paco, el cabeza de familia, llegó acompañado por la única hija que le queda con vida, Patricia; ambos estaban en shock.

Los féretros arribaron al templo escasos minutos antes de las 12:30. Jesús Manuel en un coche blanco. Solo tenía 15 años. Noelia, de 25, en uno negro. El silencio era atronador, roto solo por el llanto desconsolado de algunos miembros de la familia.

El obispo de Huelva, José Vilaplana, presidió la misa corpore insepulto. "Su partida nos ha llenado a todos de dolor y consternación", manifestó mientras Paco apretaba con fuerza la mano de su hija Patricia, de 19 años. "Os queremos acompañar en vuestro dolor; no podemos quitároslo, pero queremos que os sintáis arropados", dijo monseñor.

Asimismo, pidió que "el Señor os dé fuerza y esperanza y conceda pronta salud a los heridos hospitalizados". Con la confianza en la resurrección, subrayó Vilaplana que "la muerte no tiene la última palabra". En varios puntos de la eucaristía hubo que parar para que Cruz Roja atendiera a los allegados a los dos fallecidos.

El párroco del Pilar, Teodoro Bernal, agradeció en nombre de la familia "la amistad y cariño" de los presentes. Les pidió que les dieran el pésame en otro momento "porque están cansados y psicológicamente muy afectados". A las 13:10 finalizaba el sepelio y los féretros ponían rumbo al cementerio de La Soledad, donde se les dio sepultura.

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