Huelva de ayer a hoy

Una escultura de Gertrude V. Whitney que la recuerde en la Punta del Sebo

  • Homenaje a la artista. La vinculación al espacio del Monumento a Colón es una realidad que va más allá de la propia obra, nos acerca a la admiración por una mujer de vanguardia

La escultora en una fotografía de 1931.

La escultora en una fotografía de 1931. / EDWARD STEICHEN· Archivo Smithsonian Institution

Ahora que la Punta del Sebo invita a pasear tras las obras del Puerto de Huelva por el entorno del Monumento a Colón, en ese contexto recuperado y evocador de la tierras de Egipto en el que se inspiró la artista norteamericana, que aparece en la península de palmeras entre las que se alza, se nos hace más palpable su presencia tras conocer el trazado de su escultura, así como la sensibilidad y personalidad de la mujer que lo idealizó.

Miss. Whitney junto al boceto del Monumento a Colón en una foto tomada el día de la inauguración en la Punta del Sebo. Miss. Whitney junto al boceto del Monumento a Colón en una foto tomada el día de la inauguración en la Punta del Sebo.

Miss. Whitney junto al boceto del Monumento a Colón en una foto tomada el día de la inauguración en la Punta del Sebo. / Revista 'Cara y Caretas' · Archivo Sugrañes

Gertrude Vanderbilt Whitney lo ha polarizado todo y es justo por el esfuerzo denodado en la obra, la elección del emplazamiento, el diseño elegido para su Colón, la preocupación para que la obra llegara a su termino y su inauguración fuese la puesta en valor de la amistad del pueblo americano con el español que promovían en este homenaje la Columbus Memorial Fund. y los Caballeros de Colón.

Miss. Whitney llegó por vez primera a la Punta del Sebo el 17 marzo de 1927 seis días después de su vuelta a París tras el viaje a Egipto; le acompañaba Andrew O’Connor, pieza clave en todo el proceso creativo. Había concebido la imagen de Colón, un coloso como una gran escultura a modo de un Rasem II en los templos de los faraones.

El 6 de diciembre de 1927 se pone en marcha la obra, serán varias visitas a Huelva, le vemos en fotografías a pie de obra, hasta que el 30 de marzo de 1929 anota en su diario que todo ha concluido cuando “a las 12:15 se colocó la última piedra en la cabeza de Colón”.

La estancia de la escultora fue un motivo para hablar del “progreso feminista”

Está pendiente de todo el proceso final de la obra y de los preparativos para la solemne inauguración, lo que le permite entrar en contacto con la prensa local. En el periódico La Provincia no solo se va a poner énfasis en la grandiosidad de la obra, sino en la propia artista. Se enfatiza la presencia de la mujer en la sociedad y se pone de relieve su valía. Algo que lamentablemente no ocurría aún en España. La presencia de una mujer como escultora va a servir para abrir una ventana a los deseos progresistas en una sociedad a la que todavía le quedaba mucho por recorrer. Se lamentaba La Provincia de quienes no dejaban que estuviera a la misma altura que el hombre, a pesar de que obras como estas se plantean de referente para el futuro de la mujer. El periódico habla de “la MUJER (lo resalta en caja alta) que ha construido esa gloriosa obra que es el monumento a la memoria de Cristóbal Colón que se levanta a orillas de nuestra ría”.

En la entrevista nada más llegar a la salita de su habitación en el Hotel Internacional, “pronto se advierte que está dedicada a una mujer, pero una mujer a la moderna, más en el orden de elevación intelectual y del progreso feminista, en su ‘racional’ sentido, que en el de costumbres sociales si no reprochables, al menos muy discutibles”.

Miss. Whitney concluía la entrevista con naturalidad: “No crea usted que me enorgullezco por mi valer, si valgo algo; las mujeres americanas no sentimos vanidad por lo que hacemos, y por lo tanto, debo contestar a su pregunta manifestándole, simplemente, que en el sentir general, la mujer norteamericana siempre desea hacer algo”.

La presencia de miss. Whtney en Huelva es importante y hace pensar al periodista: “¿por qué no hemos de otorgar a la mujer española los mismos derechos que disfrutan en otros países de los que son reconocidas glorias?”. Dice que es bueno “si empezamos por reconocer el verdadero valor de la mujer”.

Una imagen que recuerda especialmente la presencia de Gertrude Vanderbilt Whitney en la Punta del Sebo está tomada el día de la inauguración el 21 de abril de 1929, en la que aparece posando junto al boceto en barro del monumento, con el fondo difuminado de la arboleda de eucaliptos. En la actualidad ese lugar se ha convertido en una hermosa zona ajardinada, donde el recuerdo a la artista, a la mujer que nos visitó debería ser real con una escultura que evocara siempre su presencia en este lugar y en lo que se nos aportó con su Monumento a Colón.

Nueva zona ajardinada en la Punta del Sebo, un lugar para la presencia permanente de Gertrude V. Whitney. Nueva zona ajardinada en la Punta del Sebo, un lugar para la presencia permanente de Gertrude V. Whitney.

Nueva zona ajardinada en la Punta del Sebo, un lugar para la presencia permanente de Gertrude V. Whitney. / Eduardo Sugrañes

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