El concejal no adscrito Ruperto Gallardo pedirá en el Pleno ordinario de este mes, que se celebrará el miércoles 26, que el Ayuntamiento de la capital, a través de los técnicos de la Concejalía de Urbanismo, redacte un proyecto para rediseñar la plaza de La Merced, al objeto de hacerla "más accesible física y visualmente", y procurar asemejarla a su estado original previo a la remodelación de los años setenta.

Gallardo considera que la plaza, ubicada en el conjunto monumental de la Santa Iglesia Catedral y el antiguo convento mercedario (hoy sede de la Universidad), todo ello con la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), merece una renovación integral para estar acorde a los mencionados monumentos, "al formar un conjunto histórico arquitectónico digno de ser más visitado y promocionado".

En su opinión, la plaza sufrió una " lamentable" actuación a principios de los setenta, cuando, con motivo de la remodelación de la Catedral, el Ayuntamiento encargó "al mismo equipo profesional" un proyecto para hacer lo propio con la plaza. Pero ese trabajo "nunca fue del agrado de los onubenses" por la cantidad de alturas y escalones en su configuración, y por perder su templete. La plaza, en este sentido, "perdió su encanto".

El concejal también recuerda que la plaza de La Merced, "histórica, con solera y ancestral" ha pasado por obras de mantenimiento, cambios de pintura y solería en sucesivos años, si bien lo que necesita, a su juicio, es recuperar su aspecto original, de modo que se sitúe su cota "a la altura de sus calles aledañas" y no en alto como actualmente, lo que provoca que la plaza sea "poco accesible" y, además, "impide tanto la visibilidad desde la misma hacia la catedral y la Universidad, como desde fuera al interior de la plaza".

Gallardo explica que "no pocas veces" han sido los vecinos los que han alzado la voz "sin que se les escuchara", aunque en otras ocasiones han sido representantes políticos los que lo hicieron en diferentes campañas electorales.

Sin embargo, tras el "oscuro y fallido intento" de construir un parking subterráneo (incluso se llegaron a adjudicar las obras del mismo por parte del Ayuntamiento), todo se olvidó y la plaza de La Merced "quedó a su suerte, a sabiendas que la elevación de la misma la hace poco practicable y muy limitada visualmente".

Para el edil, lo idóneo es que la plaza esté a ras de suelo, diáfana, sin barreras arquitectónicas físicas ni visuales y con parterres típicos andaluces y flora autóctona. "Así ofertaría más usos a los vecinos y visitantes, usos familiares y de ocio, cultura, e incluso daría mayor realce y capacidad tanto a la Semana Santa como a la procesión de nuestra Patrona, siendo además un atractivo turístico más para nuestros visitantes", asegura.