Entrar en la escuela de música de Punta Umbría los lunes y miércoles por la tarde significa escuchar sones de carnaval, coplas, la caja y el bombo y las voces de unos chavales con más ilusión y ganas que nadie. Se trata del taller de carnaval que este año ha preparado una comparsa, 'La Tarantelita'.

Durante tres años han sido la chirigota juvenil, aunque en el primero todos les llamaban la infantil. Luego han ido creciendo y algunos de ellos han cambiado pero por fin este año se han decidido y han formado una comparsa. Su director es Francis Tinoco, gran carnavalero y director de la comparsa que este año se llama 'El príncipe de los sombreros' y pertenece a la Peña La Tarantela (de ahí el nombre de este año).

Así, en esta ocasión, Francis ha preparado el repertorio de los grandes pasodobles y cuplés que durante más de 20 años han cantado los miembros de esta peña.

Los jóvenes se adaptan perfectamente al ritmo de trabajo, "aquí no vienen por obligación, sino porque les gusta, así que algunas veces tengo que pedirles que nos vayamos, porque no tienen fin", asegura Tinoco.

Las edades de estos chavales van desde los siete de Moi, "es un crack, toca la caja y tiene un sentido del compás que ya quisieran algunos"-dice el director, a los 18 de otros. En medio, tan sólo una chica Cristina, que le viene de casta, como al galgo por su madre y su abuela y muchos otros de doce, catorce y sobre todo 16 años.

La comparsa juvenil de Punta Umbría está comenzando ya a ser conocida también fuera de la localidad porque han conseguido un nivel muy alto para la juventud de sus componentes, "algunas veces se nos olvida que tienen 16 años, porque parecen mucho más maduros y tienen las voces muy afinadas para su edad", dice con modestia Francis Tinoco.

Con modestia digo porque no en vano se nota la mano firme de este director que, como carnavalero que es, admite bromas y fiestas pero es el hombre más serio del mundo para trabajar.