A la espera de saber lo que sucederá con las fiestas grandes de Nerva, la Villa y San Bartolomé, ambas en agosto, la localidad minera se queda sin sus tradicionales fiestas de barrio para la festividad de San Antonio, San Juan y Santa Ana. Ninguna de las tres se celebrarán los próximos meses de junio y julio: ni la multitudinaria romería de San Antonio, ni los populares pirulitos y hogueras de San Juan, ni la velada de San Ana. 

El estado de alarma provocado por la pandemia de coronavirus está haciendo que uno a uno vayan cayendo todos los festejos previstos para los primeros meses del próximo verano. Los vecinos de las barriadas en las que se celebran estas tradicionales fiestas menores se han tomado la medida con absoluta responsabilidad y comprensión, de la misma forma que no han podido ocultar su tristeza por no poder celebrar sus fiestas de barrio, y se emplazan a celebrarlas el próximo año.

La primera en anunciar la suspensión de todos los actos relacionados con su celebración fue la Junta de Gobierno de la Hermandad de San Antonio de Padua. A esta le siguió poco después la Junta Directiva de la Asociación Pirulitos'81 suspendiendo los actos programados para la celebración de San Juan. Y finalmente, ha sido la Directiva de la Asociación de Vecinos de Santa Ana la que ha anunciado la cancelación de todos los actos relacionados con su festividad.

La Junta de Gobierno de la Hermandad de San Antonio aclara que se han visto obligados a tomar la decisión “ante la situación causada por el nuevo coronavirus y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo establecido por el RD 463/2020 de 14 de marzo, por el cual se decreta el estado de alarma actual, y previniendo las posibles restricciones que se puedan establecer una vez que pase dicho estado de alarma”.

En términos similares argumentan la decisión desde la Junta Directiva de la Asociación Pirulitos’81 del barrio del Pozo Bebé donde se celebran las fiestas de San Juan. “Si bien es cierto que, afortunadamente, vamos avanzando en la fase de desconfinamiento tras la situación provocada por la Covid-19, los parámetros e informaciones que nos lanzan desde las autoridades sobre cómo deben ser las salidas, reuniones, distancias entre personas, etc. están provocando cierta incertidumbre cuya evolución se hace difícil de prever”, aclaran.

Por último, desde la barriada de Santa Ana aseguran que los actos se han suspendido porque “queremos evitar a toda costa un nuevo rebote de la enfermedad”, y aprovechan para hacer un llamamiento “al sentido común y a seguir las recomendaciones existentes para salir lo antes posible de esta pandemia”.