Huelva

Campanilleros de diciembre

  • Con el sonido del Conquero se abría ayer en la iglesia de Santa María de Gracia el tiempo cercano de la Navidad, dentro de los 500 años de las Madres Agustinas

No es agosto pero sí tiempo cercano de Navidad, es el fin de semana de la octava de la Inmaculada, y ayer se volvían a escuchar a los Campanilleros de la Virgen de la Cinta. No es habitual en este mes y es que sólo cantan para la bajada de la Patrona de Huelva, aunque se están introduciendo en la Navidad que también es la razón de ser de un coro de campanilleros y más si es una aportación al espíritu cristiano de la Navidad, que va quedando envuelto en la fiesta pagana de las luces de colores.

Los Campanilleros volvieron al convento de las Madres Agustinas y lo han hecho para sumarse a los actos de los 500 años de la presencia de esta comunidad en Huelva. De nuevo sonaron las campanillas, lo mismo que el pasado agosto en la bajada de la Virgen hacia la Concepción.

Un concierto que en la octava de la Inmaculada bien podía institucionalizarse para que con el sonido del Conquero se abra en Huelva la Navidad, con la presencia en las canciones que tienen nombre de la Virgen de la Cinta. Luego quedará tiempo para las rondas de los campanilleros, la forma para que el espíritu cristiano esté en la calle, lo mismo que en los belenes en las casas de hermandad y que aún se mantienen en colegio e instituciones. Pero este año ya no está en la calle, ni en el alumbrado de la fachada de un gran centro comercial de la ciudad, ni tampoco en la plaza a los pies del monumento a la Inmaculada, como otros años lo pusiera el Ayuntamiento. Son símbolos que se van perdiendo calladamente, sin que nadie se de cuenta. La Navidad tiene muchas otras expresiones pero que sino están promocionadas por colectivos cristianos permanecerán en el olvido. Mientras, no sólo habrá belenes, conciertos de villancicos de los coros de hermandades, campañas de juguetes y, recogida de alimentos, en operación Kilo o en caravanas solidarias; pero, sobre todo, sabiendo que no sólo hay hambre en Navidad.

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