El patio de la casa de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva ha acogido la bendición del azulejo que la Cofradía de la Santa Cruz, Santo Sudario de Nuestro Señor Jesús de la Providencia y María Santísima Madre de Gracia ha donado a la filial rociera con motivo su cincuentenario fundacional.

Este sencillo y emotivo acto ha estado presidido por el vicario episcopal, párroco de la catedral de La Merced y director espiritual de Emigrantes, Jaime Jesús Cano Gamero, y ha contado con la presencia del hermano mayor de la Santa Cruz, Juan Javier Márquez, y José Francisco Garrido, presidente de Emigrantes, acompañados ambos por miembros de sus juntas de gobierno.

Cano Gamero ha dirigido unas oraciones y ha bendecido el azulejo que será una muestra más del hermanamiento que ambas hermandades llevaron a cabo el pasado mes de diciembre y en el que se comprometieron a “fomentar la convivencia y fraternidad entre ambas entidades”.