Melania Trump no ve el momento de hacer las maletas, marcharse de la Casa Blanca y... pedir el divorcio. Mientras Donald Trump permanece empecinado en no dejar la Casa Blanca y reticente a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales, Melania no solo aconseja a su marido que asuma el resultado. También prepara ya su divorcio para poner fin a quince años de matrimonio. La ex consejera del presidente, Omarosa Manigault Newman, ha asegurado a The Mail on Sunday que la primera dama en funciones "cuenta los minutos para que él salga de la Casa Blanca y se pueda divorciar". Omarosa es la autora de un libro titulado Unhinged (Desquiciado), centrado en la figura del mandatario.
Asegura que Melania esperará no obstante hasta que se produzca el relevo oficial en el despacho oval, en el mes de enero, para evitarle así a su marido una última humillación añadida a la forma en que encajado su derrota electoral. También lo hará para evitar cualquier posible represalia por parte de éste.
Cuentan que hace cuatro años, cuando Donald Trump salió elegido presidente de Estados Unidos, Melania Trump lloró y no precisamente de alegría. Ella nunca había pensado que la aventura emprendida por su marido para conseguir llegar a la Casa Blanca acabase en una victoria que no solo cambiaría sus vidas, sino que la anclaba a ella en un papel de esposa del que ya estaba intentando deshacerse.
Durante los cuatro años de mandato, la pareja protagonizó en público numerosos gestos de frialdad en lo que muchos interpretaron como un rechazo manifiesto de Melania hacia su marido. Wolkoff sostiene también la pareja ocupa habitaciones separadas en la residencia presidencial y que el suyo es un "matrimonio transaccional".
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