El alcalde Francisco Díaz, expulsado hace tres años de las filas de IU por "pactar con la derecha", podrá reeditar el pacto de gobierno tras alzarse con la victoria en las urnas y lograr el 38,11% de los sufragios. De esta manera Independientes por Bollullos y más concretamente Díaz lograr siete concejales, uno más que cuando concurrió bajo las siglas de IU.

El PSOE, con Carlos Sánchez a la cabeza, logra aguantar el tirón y le precede con 34,57%, si bien pierde un concejal con respecto a los pasados comicios del 2007. El PP también se ve subyugado por la corriente independiente y pierde un concejal (se queda con tres) al lograr su candidato, Manuel Moreno, únicamente el 18,25%.

Por su parte la cuarta formación en discordia, IU, sufre una tremenda debacle al no lograr más que arañar un 7,21%, dejándole como representación un único concejal, su coordinador Juan Félix Camacho. El dato es aun más doloroso teniendo en cuenta que en el municipio IU siempre tuvo su gran bastión en el Condado. A falta de análisis más profundos que expliquen y ofrezcan una radiografía de este desaliento de sus simpatizantes, los primeros análisis apuntan a la posibilidad de que esta falta de confianza de sus electores se deba al temor de que tuviese amarrado un posible pacto con el PSOE, aun a pesar de los intentos de Juan Félix Camacho de desmarcarse de una futura coalición de izquierdas y perjurar que no negociaría ni sostendrían ningún gobierno mientras Sánchez siguiese siendo líder de los socialistas.

El PP sufre el desgaste del gobierno y pierde los apoyos que en su día encontró en aquellos que desconfiaban de IU por la inanición para frenar una investidura socialista. Ahora ese voto parece haber vuelto de regreso a los que hoy representan la opción independiente. Este volátil voto se debe a que la derecha nunca ha encontrado una base fuerte de apoyos en este municipio.

Los socialistas también se ven lastrados en las urnas por la imputación de Sánchez en las obras acaecidas en el Parque Ramos Mantis. Muchos creyeron entrever que la moción de censura que sufrió en 2008 a manos de IU y PP le convertirían en la única alternativa seria de gobierno, lo que le dejaría en posición de recoger el descontento de la coalición de gobierno e incluso pescar en el desencanto de los viejos electores de izquierdas. No obstante, su decisión de suscribir cuarenta contratos laborales antes de abandonar el cargo y todo el reguero de procesos judiciales que ha sufrido en la legislatura le han restado parte de los apoyos que logró en 2007.

Huelga decir que con este nuevo organigrama municipal la reedición del pacto IB-PP parece que se reeditará sin mayores contratiempos, toda vez que el gobierno en minoría parece una aventura arriesgada frente a una dura legislatura. De hecho, durante los últimos años uno de los grandes lastres que ha sufrido la política municipal ha sido precisamente esa falta de un gobierno sólido que tuviese margen de maniobra y no estuviese supeditado a pactos puntuales que frenaron la puesta en marcha de proyectos o medidas que requerían el apoyo de la aposición.

Aun así e independientemente de la vía elegida para desarrollar las labores de gobierno habrá que reconducir una deuda cercana a los dieciocho millones de euros y afrontar las sentencias judiciales que exigen el pago a proveedores y los embargos de patrimonio municipal que se ciernes sobre el Ayuntamiento de Bollullos par del Condado.