El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ofrecido este miércoles a los partidos independentistas catalanes alcanzar "un punto de encuentro" que deje atrás propuestas "maximalistas" como un referéndum de autodeterminación en Cataluña, del que ha reafirmado que el Ejecutivo "no comparte, ni acepta".

Sánchez ha expuesto esta postura en su rueda de prensa de balance del curso político, celebrada en el Palacio de la Moncloa tras el último Consejo de Ministros del año y después del discurso de Navidad que pronunció ayer, martes, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

En su mensaje, Aragonés señaló que 2024 debe ser el año que marque el inicio de "la segunda fase del proceso de negociación con el Estado" para que Cataluña celebre un referéndum de independencia.

"Las propuestas del independentismo las conocemos. Nada nuevo bajo el sol (...) Tenemos que abrir una nueva fase de diálogo y normalización de la situación política en Cataluña, que pasa por las medidas legislativas, como la ley de amnistía, y también encontrar un punto de encuentro entre aquellas propuestas maximalistas del independentismo", ha reflexionado.

Como ya hizo la semana pasada cuando se reunió con Aragonés en Barcelona, Sánchez ha insistido en su negativa al referéndum de autodeterminación, que "lógicamente no comparte ni acepta el Gobierno de España ni las fuerzas que sustentan al Gobierno de coalición".

El jefe del Ejecutivo ha vuelto a ofrecer a la Generalitat y al resto de comunidades autónomas una reforma del sistema de financiación.

"Toca ya reformarlo y actualizarlo. Hablaremos con Cataluña y con todas las comunidades autónomas", ha apuntado Sánchez, sin entrar a pronunciarse sobre la propuesta de Aragonés de que Cataluña cuente con un modelo de financiación "singular" que acabe con su déficit fiscal.

En la rueda de prensa, se le ha preguntado por su opinión sobre el mensaje de Navidad de Felipe VI y si le llamó la atención que fuera casi monográfico sobre la Constitución, dejando en un segundo plano los problemas sociales.

El jefe del Gobierno ha expresado su "absoluto respeto" por el discurso del rey, del que ha dicho que el PSOE "se vio reflejado" en él.

"Es el jefe del Estado y todos los ciudadanos, o la amplia mayoría, voten lo que voten, se tienen que ver reflejados y representados en su discurso. En nombre del PSOE, nos vimos reflejados en su discurso", ha remarcado Sánchez sin opinar sobre las críticas que los partidos independentistas catalanes lanzaron contra el monarca por el contenido de su mensaje.

Las "descalificaciones" de la oposición

Sánchez ha acusado a la derecha y la ultraderecha de promover la "polarización" y ha asegurado que no es "aceptable el nivel de descalificaciones e insultos al que se ha llegado por parte de la oposición" en las últimas semanas.

"Hay gente que insulta y gente que somos insultados, gente que asedia sedes y gente que somos asediados. No es aceptable", ha remarcado Sánchez en su intervención ante los medios tras el último Consejo de Ministros del año.

El presidente se ha referido a la frase de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la sesión de investidura. "Que se bromeé diciendo que 'me gusta la fruta' me parece absolutamente deleznable y que demuestra el bajo nivel al que ha llegado la política, en este caso por parte de la oposición", ha subrayado, antes de considerar que unas palabras así exigían una condena y que quien las pronunció se retracte.

La renovación del CGPJ

El presidente  ha asegurado, por otro lado, "encantado" de que la Comisión Europea pueda ejercer de mediador en la negociación entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial si la oposición lo ve necesario. Y ha apuntado que el comisario Didier Reynders o la vicepresidenta Vera Jourova podrían hacerlo porque conocen la situación de "bloqueo", de la que ha culpado a los 'populares'.