España

Puigdemont conmina al Estado a "pedir perdón" por aplicar el 155

  • El ex 'president' evita la autocrítica y tilda de "golpe de Estado" la medida que tomó Rajoy

Carles Puigdemont atiende a los medios en Bruselas.

Carles Puigdemont atiende a los medios en Bruselas. / Stephanie Lecocq / Efe

El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont advirtió ayer de que no se podrá "pasar página" de los hechos acontecidos en otoño de 2017 en Cataluña hasta que el Estado "pida perdón" por la activación del artículo 155 y la "represión" que conllevó, que perjudicó "a todos los catalanes".

El que fuera president durante el referéndum ilegal del 1-O compareció por videoconferencia desde la Eurocámara ante la comisión del Parlament que investiga la aplicación del 155 de la Constitución, que siguió a la declaración unilateral de independencia (DUI) de Cataluña, y lo hizo una semana después de que lo hicieran los ex consellers encarcelados por sedición.

"No se puede pasar página inocentemente sin asumir responsabilidades. Ya se hizo con error con el régimen del 78. Se pidió lo mismo: pasemos página, no hace falta que investiguemos los crímenes del franquismo, no hace falta que restituyamos los derechos que se pisaron de tantas familias", dijo Puigdemont, que defendió que, tras el 1-O, buscó abrir una vía de diálogo con el Estado -"recibí críticas de sectores que hoy dan lecciones de moderación y me acusan de radical", deploró- para evitar la intervención de la autonomía catalana, pero finalmente optó por la DUI como "única opción digna y democrática" frente a la actitud del Gobierno.

El ex president aseguró que "el 155 fue un golpe de Estado con responsables directos e indirectos" y "una venganza contra todo el pueblo de Cataluña".

Se preguntó si "alguien duda aún de que la convocatoria de elecciones no habría frenado el golpe de Estado del 155", en línea de lo escrito por Rajoy en su libro pero en contra de lo que en esta misma comisión opinó el ex presidente catalán José Montilla.

A juicio de Puigdemont, el 155 fue "la liquidación de las escasas esperanzas que todavía quedaban casi 40 años después de la aprobación de la Constitución" y, por otra parte, la "única manera" que el Estado encontró para que los catalanes sigan siendo "sus súbditos".

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, señaló que "el perdón es un buen inicio para comenzar el diálogo entre gobiernos" y expresó todo "su respeto" a las declaraciones de Puigdemont. "El perdón es importante pero yo no utilizaría la palabra España porque se puede malinterpretar", precisó.

Por otra parte, Marta Pascal, ex coordinadora general del PDeCAT y senadora, denunció que en su partido hay "mucha gente que tiene miedo de discrepar públicamente de Puigdemont". En declaraciones a Ara, Pascal subrayó que en el PDeCAT -y, por extensión, en el espacio más amplio de JxCat- "es muy difícil incorporar un matiz, plantear una discrepancia" frente a "la línea política que sigue marcando" Puigdemont.

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