Entrevista a Daniel Sánchez

"Las obras de arte deberían estar donde más y mejor puedan ser cuidadas"

El creador de videojuegos Daniel Sánchez

El creador de videojuegos Daniel Sánchez

Daniel Sánchez es de 1975 por lo que pertenece a la generación que descubrió los videjuegos muy de niño y comenzó a desarrollar su relación con las máquinas desde los pioneros spectrum. Director de Gammera Nest, su firma se dedica a investigar en los videojuegos y hacer proyectos de desarrollo y aplicaciones. Su firma trabaja para decenas de empresas e instituciones, como los principales museos del país.

-Su firma, Gammera Nest, se ha interesado por la llamada descolonización de los museos españoles, que propone el ministro  Ernest Urtasun...

-Podemos entender que muchas de las obras de arte que se conservan en los museos, en general, están lejos de sus lugares de origen por lo que los habitantes de esos países  tienen derecho a la reclamación. Pero también hay que entender que la función principal de los museo es conservar y proteger y que debería prevalecer sobre lo demás. Esas obras reclamadas podrían haber sido víctimas de un expolio peor o destinadas a proseguir en condiciones dudosa.

-Los museos son protección y también patrimonio popular...

-La prioridad de las obras de arte es que estén en el lugar donde más y mejor puedan ser cuidadas y que, gracias a las nuevas tecnologías, los ciudadanos puedan apreciarlas su esplendor. Sería un fundamento para el funcionamiento de los museos en el siglo XXI.

-¿Que sugerencia propone al ministro de Cultura?

-Yo le diría que estamos de acuerdo con su visión sobre los museos como "organismos vivos, que responden a las cuestiones y debates de su tiempo". Y en línea con las propuestas recibidas desde el Consejo Internacional de Museos (ICOM) creemos necesario establecer esos espacios de diálogo e intercambio que solicitan para hacer una revisión de las obras desde un punto de vista del colonialismo. Lo único que añadiría es que esta no debería ser una decisión unilateral de museos y ministerios, debe extenderse a la ciudadanía, no solo de los países que tenemos las obras, sino la de aquellos territorios que fueron expoliados o que debieron ceder su patrimonio.

-La industria del videojuego tiene algo que decir.

-No sólo de los videojuegos sino del ámbito virtual.  La Realidad Aumentada (RA) puede ser un buen soporte para conservar réplicas de las obras y disfrutarlas de una forma personal como si fuera un experiencia presencial. Es interesante el debate. Con el soporte digital podemos apreciar de cerca las obras de los museos como si estuviéramos ante ellas. Y esos obras digitales podrían ser tan únicas como si fueran físicas.

-¿La tecnología en soportes como el metaverso puede cumplir funciones similares a los museos?

-La tecnología nunca podrá relevar la experiencia física, no puede suplantar la autenticidad de unas piezas de museo pero sí puede convertirlas en accesibles y que sean conocidas y estudiadas por el gran público. Esto permite que vaya siendo el momento de considerar los espacios virtuales para algo más importante que para el mero entretenimiento. La tecnología juega a favor de la cultura. Se pueden crear espacios virtuales de encuentro, de estudio y foros donde compartir obras, conocimiento. La revisión que ha de hacerse de todo tipo de obras no se verá frenada y en el caso de las de descolonización puede servir la experiencia de compartirlas con espectadores de todo el mundo.

-¿Podría colaborar con el Museo Thyssen de Madrid al respecto?

-Ya abordamos el tema. En el videojuego Nubla 2 se habla de forma somera en el capítulo 1, cuando los personajes pasean por los paisajes del Oeste  sobre el trato que sufrieron los pueblos nativos del continente americano cuando fueron invadidos por los europeos. Es un tema que siempre nos ha atraído y con el que hemos trabajado también a través de las colecciones del Museo de América y del Museo Antropológico de Madrid.

-¿Los videojuegos crean arte, recrean el arte?

-Es uno de nuestros objetivos. En nuestro último proyecto reproducimos los espacios de un gran palacio italiano, la Reggia di Caserta, que fue mandado a construir por el entonces rey napolitano Carlos. Tuvo que trasladarse a España antes de verlo terminado para ser coronado como Carlos III y  ser uno de nuestros reyes ilustrados. Aquel palacio tenía todo tipo de lujos y una gran biblioteca, cultivada por la reina María Carolina. Pero ese edificio monumental pasó por todo tipo de vicisitudes como la invasión napoleónica, la Segunda Guerra Mundial o terremotos. El videojuego transcurre a finales del siglo XVIII y hemos trabajado con numerosas obras incorporadas a la acción de ese palacio y que en la actualidad están en otros museos, donadas por los invasores que se las llevaron.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios