Rocío 2019 | Hermandad de Emigrantes

Francisco Marín Vélez: “En mi familia, ser de la Hermandad de Emigrantes es una tradición”

  • Francisco Marín, el joven hermano mayor que guía este año la peregrinación, explica que el apoyo de su estirpe y de sus amigos es fundamental para poder cumplir su sueño y representar a la filial onubense en la romería

Francisco Marín Vélez: “En mi familia, ser de la Hermandad de Emigrantes es una tradición”

Francisco Marín Vélez: “En mi familia, ser de la Hermandad de Emigrantes es una tradición” / Alberto Domínguez (Huelva)

Tras un paréntesis de tres romerías sin hermano mayor en la filial onubense de Emigrantes, Francisco Marín es el encargado de asumir este importante cargo. Este joven, criado en la hermandad desde pequeño, entre alegría y nervios apuraba las horas para llegar con su Simpecado y su gente a la aldea almonteña, con la esperanza de hacerlo este año cuando aún sea de día.

–¿Cómo y por qué decidió dar este importante paso?

–Es una ilusión que siempre he tenido desde pequeño, pero el año pasado hice un camino andando por una promesa, y cuando llegué y vi a la Virgen sentí que me tenía que presentar a hermano mayor. En concreto, lo decidí a finales de febrero de 2018.

–¿Desde cuándo está vinculado a Emigrantes?

–Desde hace 25 años, desde mi nacimiento. He formado parte del grupo joven cuando era pequeño, con mi hermana; he sido miembro de una junta de gobierno, siendo vicemayordomo; he sido diputado de orden de la hermandad y portador del Simpecado durante 4 años.

–Describa a los lectores de este periódico lo que significa ser de Emigrantes.

–Es algo muy especial. En mi familia, ser de Emigrantes es una tradición. Como solemos decir en Huelva y Andalucía, nuestras tradiciones hay que defenderlas, y el amor a nuestra hermandad y a la Virgen del Rocío, mantenerlo e inculcárselo a los que vienen por detrás nuestra.

–Esta pregunta se la habrán realizado en múltiples ocasiones, pero ¿cómo siente un hermano mayor la larga espera para ir a la romería?

–La he vivido con muchísimo trabajo, porque yo tenía claro que si me metía a ostentar un cargo iba a hacerlo de verdad para trabajar lo máximo posible, esta vez de hermano mayor. Pero hasta que no ostentas este cargo, ni te imaginas el trabajo que existe. Tomé posesión y al poco tiempo hicimos unas jornadas en la casa hermandad con los partidos de España. Hice en verano la primera colonia infantil de la Hermandad de Emigrantes, un campamento con 35 niños en la casa hermandad de El Rocío. En junio propuse a mi junta de gobierno la idea de organizar la Magna Rociera, que tuvimos en noviembre de 2018. Como promotor de esa idea fue un orgullo. Y una vez que pasó la Navidad, inmersos en la romería y con mucho trabajo, orgullo y satisfacción.

–¿Fue un revulsivo la Magna Rociera para la provincia?

–La Magna nos unió bastante. Yo presumo de que la Magna me ha dado grandes amigos rocieros este año, como los hermanos mayores de San Juan del Puerto, Trigueros, Palos, Punta Umbría y Moguer, entre otros.

–Intuyo que su familia y amigos deben ser un apoyo fundamental durante esta romería. ¿Qué le dicen?

–Lo primero, mi familia, que está al pie del cañón para todo. Y mis amigos, siempre dispuestos. Mi gente son el 90% de mí. Sin ellos yo no sería capaz de llevar esto para delante. Ellos me dicen que me relaje, que está todo controlado. Pero hasta que no llegue el miércoles 12 de junio a Huelva y deje mi Simpecado en el altar no me voy a quedar tranquilo.

–¿Hay alguna novedad para el camino de este año?

–La gran noticia es recuperar el paso por la calle Blanca Paloma, por la asamblea de hermanos, y la noticia triste es no pasar este año por el Ayuntamiento, que como hermano mayor me hacía mucha ilusión, por amistad con gente de la Corporación municipal y porque es el punto emblemático de la salida de la ciudad, pero nos vamos a trasladar al monumento a la Virgen, que también nos da muchos momentos de emociones, como en la Magna. Creo que será muy bonito. El camino es el mismo de estos años atrás. La única esperanza es el compromiso de las hermandades que transitan delante nuestra por el camino de Moguer y Huelva de que Emigrantes este año cumpla su horario, no acumulemos el retraso del resto y podamos entrar a las 9 de la tarde, siendo de día en El Rocío.

–¿Qué sentirás cuando estés delante de la Blanca Paloma con el Simpecado de la Concha peregrina?

–He tenido la suerte durante los cuatro años que lo he portado, de que cuando la Virgen venía a visitar nuestro Simpecado, tenerla frente a frente. Será una sensación muy parecida de nervios, tensión, emoción y llanto. No me lo imagino porque no quiero que llegue todavía ese momento, porque se me acaba la romería.

–¿Qué es lo que más te gusta de la romería?

–Me gusta vivirla con mi familia. El Rocío que yo concibo es un Rocío familiar siempre. Este año tengo la suerte de que me acompañan muchísimos amigos que son de otras hermandades, sobre todo de Huelva, Palos, Cartaya, San Juan, etc. Me acompañan en el camino y espero que se sientan bien y, el año que viene, aunque ya no sea hermano mayor, sigamos yendo juntos, aunque sea con las hermandades que no son nuestras, porque al final el destino es llegar a El Rocío y ver a la Virgen.

–¿De quién o quiénes te acordarás especialmente estos días?

–Me voy a acordar mucho de mi segunda madre y de mi segundo padre, mis abuelos, que son los padres de mi madre. Por problemas de salud se quedan en casa y no van a poder acompañarme en el camino. Los tendré siempre presentes.

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