La alta incidencia de la Covid-19 en el municipio de Almonte ha llevado tanto al Obispado de Huelva, como a la Hermandad Matriz y al resto de hermandades filiales a realizar una llamada a la responsabilidad para que la fiesta de Pentecostés se desarrolle dentro de la mayor normalidad, evitando así concentraciones que puedan suponer un riesgo para la salud.

El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha invitado a vivir, tal y como lo ha denominado la Hermandad Matriz de Almonte, un ‘Rocío de Esperanza’ en el segundo año consecutivo sin romería del Rocío.

En declaraciones a Europa Press, el obispo ha recordado que esta semana los rocieros, en circunstancias normales, se estarían preparando para el camino pero este año tampoco se podrá hacer por la pandemia. Por ello, ha apelado a la responsabilidad y a vivir estos días y sus actos litúrgicos desde sus parroquias, ante sus respectivos simpecados.

Se trata, como ha proseguido, de “vivir la devoción a la Virgen del Rocío en sus comunidades, sus parroquias, delante de sus simpecados para renovar esa oración y esa confianza en el amor a la Virgen del Rocío”.

Tras incidir en que el fin del estado de alarma no implica el fin de la pandemia, Santiago Gómez se ha mostrado convencido de que se está viviendo “un optimismo prematuro” ya que “aún no es el momento de bajar la guardia” y por tanto, “hay que ser prudentes ante las concentraciones y reuniones” para evitar cualquier peligro de contagio.

El obispo, que ha tenido palabras de recuerdo para los fallecidos por el Covid-19, ha animado a rezar por sus familias y por ellos, ha reiterado que “hay que vivir la fe con alegría pero con prudencia”. Finalmente, se ha referido de nuevo a ese ‘Rocío de Esperanza’ al que apela la Hermandad Matriz e insta a “tomar conciencia de esa compañía del amor de Dios”.

Santiago Padilla, presidente de la Hermandad Matriz, ha manifestado también su preocupación por la evolución de la pandemia, como ha hecho llegar a las hermandades filiales.

Ahora, indica que “lo más importante que debe brillar en este Pentecostés, Rocío de Esperanza, es el buen nombre de la Virgen que celebramos y festejamos”. Recuerda que se han realizado muchos sacrificios a lo largo de la pandemia, en atención al interés general de Andalucía y de España, “y no podemos bajar la guardia y desatender nuestras obligaciones con la sociedad, en un momento en el que no hay Estado de Alarma, pero sigue muy activa la pandemia”.

En estas circunstancias, desde la Hermandad Matriz “desaconsejamos totalmente la apertura de las casas de hermandad en la aldea del Rocío, al menos como punto de reunión de hermanos y simpatizantes”. Al mismo tiempo que indica que no cabe cualquier iniciativa relativa a organizar caminos o reuniones de hermanos y de personas afines en El Rocío. “La Virgen siempre va a estar ahí, nos va a esperar a todos”, dice.

Las hermandades han respondido con cartas enviadas a sus hermanos para recordar que las casas de hermandad en la aldea tienen carácter de habitaciones familiares y piden que no se conviertan en un punto de encuentro de hermanos y simpatizantes, por lo que no se aconseja que tengan lugar grandes reuniones.