La aldea se llena de hospitalidad

Ambiente en las casas de hermandad del Rocío

Las casas de hermandad de las filiales presentan un aspecto inmejorable en la jornada del sábado

La mañana sirve de preparativos para la presentación

Ambiente en el interior de la casa de hermandad de Bonares.
Ambiente en el interior de la casa de hermandad de Bonares. / Canterla

La geografía española se concentra estos días en El Rocío. No hay más que fijarse en las cintas de los sombreros de los romeros en la aldea. Huelva, Trigueros, Triana, Sanlúcar de Barrameda o incluso Sabadell. Las señas de identidad de cada localidad se entremezcla haciendo una composición de colores y de sonrisas que alegra la aldea. Y todo se envolvió ayer entre cohetes de celebración y devoción a la Blanca Paloma.

En el Rocío cuenta el tiempo como a cada uno le apetece.

Así, las horas del desayuno se mezclan con la de la cerveza y el momento de la tostada con el del plato de tomate y cebolla para abrir cuerpo. La clausura del viernes de romería se alargó hasta altas horas de la madrugada en numerosas casas de hermandad e inmuebles particulares y así la mañana del sábado floreció cuando el ánimo invitó a bajar al porche.

Mientras tanto, una peregrinación paralela se desarrolló ayer en la capilla votiva donde las promesas llegaron en forma de velas y los sueños se compraron con forma de cupones a la vera de la marisma. La cara de la Virgen del Rocío protagonizó el cupón de la ONCE por el centenario de la coronación canónica y terminó por ser un aliciente para buscar la buena suerte.

Numerosas personas en el porche de la casa de San Juan del Puerto.
Numerosas personas en el porche de la casa de San Juan del Puerto. / Canterla

El movimiento de romeros se concentró sobre todo en los alrededores del santuario, aunque no cesó por ninguna de las calles que bendice con su amor la Patrona de Almonte. A su vez, en el interior de las casas de hermandad despertaban su trabajo para disponerlo todo para la presentación ante la Virgen del Rocío. En la Hermandad de Huelva el grueso de los romeros se terminaban de vestir en la zona alta de la casa, mientras que abajo, en la cocina, ya uno se mordía el labio inferior con tan solo el olor de los preparativos del almuerzo. “Callos con garbanzos, ensaladilla, pimentada, cazón a la marinera, fritos y chacina”, enumeró Rufino Powell, un trabajador con las manos en la masa. “Ayer me acosté a las 04:30 y me he levantado a las 09:30 se escuchó entre la sombreada planta baja” donde las caras cansadas pero repletas de nervios y alegría dibujaron el ambiente.

El Rocío estaba de celebración ayer porque se cumplieron 100 años de la coronación canónica de la Virgen y se abrió el nuevo Año Jubilar, y que a partir de ahora será perpetuo cada siete años en coincidencia con la venida de la Virgen hasta Almonte. No fue la única efemérides que se grabó en la historia rociera. La Hermandad de Rociana del Condado hacía justo cien años también de su fundación. Y como particularidad, la alta solicitud de personas para ser hermano mayor provocó que cada día de la romería hubiese una persona diferente ostentando este privilegiado cargo, así como en los diferentes actos que se han sucedido a lo largo del año. Ayer la medalla de oro colgaba en el cuello de Antonio Morejón quien apuntó a este periódico que “no se puede decir con palabras” lo que se siente porque “se lleva dentro”.

Preparación del almuerzo en una cocina de una casa de hermandad.
Preparación del almuerzo en una cocina de una casa de hermandad. / Canterla

Le definieron como un rociero que “está para todo durante el año” y ayer tuvo un premio a esta tan honrada labor. Desde por la mañana en la casa de hermandad esperaban un gran ambiente durante la jornada por la llegada de cientos de vecinos del municipio y tenían incluso preparada alguna sorpresa para celebrar la efemérides.

En la casa de hermandad de San Juan del Puerto había nervios. Restaban minutos para la presentación de su simpecado ante la Virgen del Rocío. “Es el momento más importante y nos llevamos un año trabajando para esto”, señaló la hermana mayor, Mª Carmen Toscano. Mientras tanto, un grupo de tamborileros amenizó en el porche a parte del centenar de personas que duermen en alguna de las 18 habitaciones de la casa.

Por su parte el presidente de la hermandad, José María Márquez, resaltó la convivencia del día anterior con los hermanos con la particularidad de tener el simpecado dentro de la casa y donde cada persona contó experiencias relacionadas con la Virgen del Rocío. Ayer por la tarde tocó descanso y relajación porque hoy se volvía a madrugar para asistir a la Misa de Pentecostés.

La convivencia es el eje fundamental de la estancia en las casas de hermandad. La solidaridad y la hospitalidad marcan las altas jornadas que se viven entre la gastronomía y el cante. El buen ambiente también reinaba ayer en la casa de hermandad de Bonares. Allí, su presidente Manuel Ángel Freitas recordó el camino de sus hermanos como “excelente y con un comportamiento ejemplar”. Ser la filial número 20 agranda la experiencia y el buen hacer de una hermandad que este año inauguró su nuevo espacio de convivencia en el propio municipio de Bonares. Al no haber un candidato a hermano mayor en la hermandad, José María Márquez asumió toda la responsabilidad para esta romería que vive “llena de nervios”.

La convivencia para Bonares no se abre ni se cierra con estos cinco días del año. Todos los fines de semana la casa de hermandad está abierta para los vecinos que lo deseen. Ayer se llenó de devoción y cada momento se contó por miles vivas a la Virgen del Rocío.

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