Este 2 de enero es el último día para disfrutar de una de las 7 Maravillas de la Provincia de Huelva. El Belén Viviente de Beas cierra este domingo sus puertas, después de unas intensas navidades en las que se han registrado miles de visitas.

Solo en el puente de la Inmaculada, más de 9.500 personas se acercaron hasta la localidad para descubrir el nacimiento vivo más antiguo de Andalucía.

Esta edición, la 51, ha estado protagonizado por personas adultas. El nacimiento se ha podido visitar todos los fines de semana, desde el 4 de diciembre hasta este 2 de enero, en horario de 15:30 a 20:00.

Imagen actual del Belén Viviente de Beas

Imagen actual del Belén Viviente de Beas

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La hermana mayor de la Hermandad de la Virgen de los Clarines, Ana Hurtado, explicaba a Huelva, tu destino que no han participado niños en esta edición al no estar vacunados. Es por ello que ha estado integrado por personas adultas, de entre 45 y 50 años cada día. Vecinos de la localidad que han podido cumplir su sueño de participar en el Belén Viviente. Solo el 17 de diciembre participaron niños, mayores de 12 años, ya vacunados. 

Ana Hurtado, Hermana Mayor de la Hermandad de los Clarines

Imagen actual del Belén Viviente de Beas

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Figurantes del Belén Viviente de Beas

El Belén Viviente de Beas, Acontecimiento de Interés Turístico de Andalucía

El Belén Viviente de Beas ha superado todos los trámites administrativos para su próxima declaración como Acontecimiento de Interés Turístico de Andalucía, tras la aprobación hoy por el Consejo Andaluz de Turismo (CAT). Una vez que el consejero de Turismo, Juan Marín, firme la Orden correspondiente y se publique en el BOJA en las próximas semanas, el reconocimiento se hará oficial.

Se trata de la principal atracción turística de este municipio onubense de alrededor de 4.200 habitantes que cada Navidad atrae a una media de 20.000 personas, procedentes sobre todo de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla y del Algarve portugués. Es, además, uno de los nacimientos vivos más antiguos de Andalucía, ya que se celebra desde 1970.

Organizado por la Hermandad de Nuestra Señora La Virgen de los Clarines, los vecinos de Beas se vuelcan con esta representación de escenas bíblicas en las que se utilizan muebles, utensilios domésticos, herramientas agrícolas y máquinas y artilugios de fábrica y de producción artesanal tradicionales de la historia del municipio.

Las escenas son recreadas en un espacio interior y cobijado, a modo de una gran cueva, en torno a un gran lago central todos los fines de semana y festivos desde finales de noviembre a principios de enero. Los visitantes caminan por senderos, cruzan arroyos, entran al interior de las casas y palacios, disfrutan de la molienda de la aceituna, observan cómo se hacen las chacinas y “todo un conjunto de experiencias que convierten la estancia en Beas en algo inolvidable y que muchas familias repiten cada año como una tradición navideña”, ha destacado Muriel.

La celebración ha ido creciendo tanto que desde hace años el Ayuntamiento organiza todo un programa de actividades complementarias como visitas guiadas, rutas de senderismo, fiestas flamencas, mercadillos y espectáculos musicales que completan la oferta y convierten a esta pequeña localidad onubense en un destino preferente durante las navidades.

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