Cartaya Atlético Onubense | Crónica

La pizarra manda en el derbi entre el Cartaya y el Atlético Onubense (0-0)

  • El Cartaya goza de las mejores ocasiones ante el Atlético Onubense

  • El empate no satisface las aspiraciones de ninguno de los equipos

Sebas presiona a Moi en un lance del encuentro de ayer entre el Cartaya y el Atlético Onubense.

Sebas presiona a Moi en un lance del encuentro de ayer entre el Cartaya y el Atlético Onubense. / Andrés Gaitán (Cartaya)

Tarde de expectación, tarde de decepción, aseveran los taurinos. El partido en el que medían altura el Cartaya y el Atlético Onubense se vestía de luces y los plomos acabaron saltando por los aires. Porque no hubo ni melenas al viento ni baile. Solo pizarra y más pizarra, cosida con hilo carreto, ese que es irrompible por mucho que lo intentes.

Así, lo más normal era acaban en tablas y sin goles y el partido, tal cual el desarrollo del mismo, no quiso ser un oasis en medio del desierto. Todos más preocupados de no equivocarse que de acertar. Y así, desde el minuto uno hasta el descuento. Eso sí, tuvo el partido algunos detalles que pudo mandar a tomar viento a la pizarra y a los inventores.

La primera parte fue por entero del Cartaya, en posesión y en presencia, pero sin dentadura ni comida triturada. Porque a veces no tienes dientes pero no tienes necesidad de masticar. El equipo de Limón lo puso todo, menos el último pase y el remate. Solo Lolo lo intentó desde la frontal y el balón acabó en el larguero, con Vichi batido. Antes, en los albores de la primera parte, Quino, a la salida de un córner remató un balón que sacó la defensa con apuros, muchos apuros. Y a tiempo de intermedio, sin noticias del equipo de Rosado, torpe en el pase y precavido, hasta el punto que no vio nunca de cerca al portero Bocanegra.

Todos más preocupados de no equivocarse que de acertar. Y así, desde el minuto uno hasta el descuento

Recompuesta la pizarra en el descanso, el que salió desactivado del todo fue el Cartaya, para consuelo de un Atlético Onubense que se estiró y equilibró la posesión de la pelota. Pero al igual que el Cartaya en la primera parte, ni tuvo último pase ni remate. Arias no es Vargas y por ahí, de momento, al filial se le ha caído el mundo encima.

Hubo que esperar a los diez últimos minutos para que la temperatura del partido difiriese de la ambiental. Y fue el Cartaya el que animó el termómetro. El Atlético Onubense se percató que yendo no iba a conseguir nada y decidió recular para resguardarse. Y ahí aparecieron un par de pases interiores de Quino y Aitor, para Dani Pérez ambos, y el primero lo sacó Vichi y el segundo, el delantero, que tuvo tiempo para sonreír incluso, lo echó lastimosamente por encima del travesaño cuando los espectadores preparaban palmas y garganta para cantar gol. Fue la mejor ocasión de largo y Dani no acertó. Y ahí murió el partido, dentro de la decepción porque nadie se atrevió a desafiar el discurso del inicio. Y cuando nadie se atreve a hacer eso, el resultado es cero. Cero a cero, para ser más exacto.

Limón limpió a Fernando Vaz por lo de Alcalá y determinó sembrar de músculo el centro del campo con Aitor. Cerró la frontera y la sangría de la pasada semana. Pero no voló en ataque y vaya por delante que Fernando es una sombra. Por ello, el Cartaya está pidiendo a gritos fútbol y gol. Y en eso estamos, en la espera eterna, mientras que los rivales ponen tierra de por medio y otros se acercan peligrosamente.

FICHA TÉCNICA

Cartaya: Bocanegra, Manuel, Novoa, Quino, Franci Ruiz, Aitor, Mario, Lolo, Sebas (Dani Pérez, 63’), Guille (Canito, 67’) y Pitu.

Atlético Onubense: Vichi, Soler, Moi, Ikwu, Terán, Diego, Nene (Ramón, 80’), Abu, Arias (Fernando, 61’), Asuero y David (Iván Arenas, 13’).

Árbitro: Praena Delgado, de Sevilla. Bien en líneas generales. Amonestó por los locales a Mario y Aitor y por los visitantes a Soler, Diego y Abu.

Incidencias: Unos 400 espectadores en una tarde fría. Campo en regulares condiciones.

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