La 105 edición del Tour de Francia extendió el dominio británico con el triunfo de Geraint Thomas, que tomó el relevo de Chris Froome demostrando la progresión del ciclismo colombiano con Fernando Gaviria (al sprint) y Egan Bernal (en la montaña) y dejó preocupado al ciclismo español, con Mikel Landa séptimo, único integrante del top 10.

Si hay un país que asoma con brillo por el horizonte es Colombia. Ya no son sólo los escarabajos quienes sacan pecho, ahora son los velocistas como Gaviria (Quick Step, de 23 años) o los corredores completos como el sorprendente Egan Bernal (Sky, de 21 años). El primero, debutante, ganó dos etapas y se retiró; el segundo fue pieza clave en la montaña al servicio de Thomas y Froome, demostrando en su primera ronda gala que le sobra clase para ser una referencia del ciclismo mundial, llamado a los triunfos más importantes. Además, Nairo Quintana (Movistar, 28 años), décimo, todavía puede exhibir la clase que sin duda atesora en sus piernas.

A la hora de dar nota al ciclismo español hay que mirar la clasificación para sacar conclusiones: sólo cuatro entre los 25 primeros. Landa, que iba con objetivos del maillot amarillo, no vio ni cerca el podio; Alejandro Valverde (Movistar), a sus 38 años, acabó el decimocuarto; mientras que Jon Izagirre (Baharian) el 22 y Mikel Nive (Mitchelton-Scott, de 34 años el vigésimo tercero. Salvó el honor en cuanto a victorias de etapa el vizcaíno Omar Fraile (Astana), quien se impuso en Mende.

Las cifras cantan. Movistar no cumplió sus objetivos con el tridente y se conformó con la pedrea de ganar la clasificación por equipos y la etapa de Quintana en el Portet. Un botín exiguo para la formación española, incapaz de combatir el poderío del Sky. No obstante, en la mirada al futuro debe hacerse un hueco al catalán Marc Soler, aprobado alto en su primer Tour en el trabajo de equipo y su participación en escapadas y estrategia de conjunto. Ganador del Tour del Porvenir en 2015, confirmó su calidad ganando este año la París Niza. Ahora suenan campanas de un posible fichaje por el Sky.

Pero mientras se confirman nuevos nombres para tirar del carro, como el del mallorquín Enric Mas, que será el líder del Quick Step en la Vuelta, lo cierto es que el Tour no ha visto la mejor versión de Landa. Cuarto en 2017, se esperaba un salto del alavés al podio, pero en ningún momento dio la sensación de luchar por ello. Una caída y los dolores de espalda pudieron pesar para el suspenso en cuanto a objetivos.

Queda la Vuelta a España, último examen del año en una temporada que facilitará una buena participación, habida cuenta de que el Mundial de Innsbruck será apto para escaladores y todos ellos querrán estar en la ronda española para prepararlo.