El Getafe consiguió una victoria balsámica ante Osasuna, con la que coge aire en su lucha por no descender a la Liga Adelante, y que sirve a los madrileños para pasar el testigo de los problemas al conjunto navarro, nuevo dueño de la frontera de la salvación.

Los navarros ocupan el puesto que tenía el Getafe gracias al Sporting, incapaz de aprovechar los fallos de sus rivales. De momento, continúa a dos puntos del descenso. Y lo logró en un partido en el que dos estilos de juego se juntaron en el Alfonso Pérez.

Pese a los fallos de ambos, fue el Getafe el que se llevó el gato al agua. Suyas fueron las primeras ocasiones hasta que Muñiz Fernández animó el choque señalando un penalti dudoso cometido sobre Mario, que fue agarrado por Miguel Flaño, que injustamente fue expulsado.

Granero marcó el primero. Inexplicablemente, por delante y con uno más, el Getafe se arremolinó alrededor de su marco y Osasuna pudo igualar por medio de Pandiani, pero el uruguayo no acertó.

En la reanudación, la lógica agarró el mando y el Getafe, con mucha ventaja, pronto se encontró con un regalo de Roberto, que no supo agarrar un disparo fácil de Granero.

Con los madrileños lanzados, Uche se encargó de marcar el tercero tras culminar una gran jugada personal. Después aburrimiento, tanto, que incluso el seleccionador nacional Vicente del Bosque, que presenció el encuentro, abandonó las gradas antes de tiempo.