El Tharsis tendrá que esperar una jornada más para certificar matemáticamente la permanencia después de perder en Conil por 1-0, obra de Narváez de penalti. De esta forma, el conjunto gaditano se mantiene en la lucha por la segunda plaza y sigue sin conocer la derrota en casa.

A pesar de la lluvia caída durante el fin de semana, el Municipal ofreció ayer un buen estado para la práctica del fútbol, lo que agradecieron ambos conjuntos, ya que se empeñaron en bajar el esférico.

Sin embargo, durante la primera parte apenas se registraron ocasiones de peligro, aunque las únicas estuvieron protagonizadas por el equipo de casa, que se topó con las buenas intervenciones del portero Riquelme. El meta del Tharsis salvó a los suyos de marcharse al descanso con el marcador en contra. En la que no pudo hacer nada fue en un lanzamiento de Molina, que esta vez detuvo el larguero. Del primer tiempo del conjunto onubense sólo se puede destacar alguna acometida de Ibrahim y varios cambios de juego muy interesantes a cargo de José Tomás.

En la segunda parte la mayor movilidad de Pedrito provocó que la defensa del Tharsis sufriera. Una presión del ariete local acabó en el claro penalti que decidió el encuentro. Narváez aprovechó el regalo para poner el 1-0. A partir de aquí el colegiado se convirtió en protagonista al expulsar a tres jugadores y al entrenador visitante Cándido Rosado, que protestó reiteradamente las rojas anteriores.

Con más lío del previsto y poco tiempo para lograr algún gol más finalizó un partido intenso. El Tharsis, pese a perder por la mínima, demostró buenas maneras que no fueron suficientes para puntuar.