Cómics

Marionetas del destino

  • Llega a las librerías la segunda parte de 'La Esperanza pese a todo', una de las mejores historias protagonizadas por Spirou y, claro está, su amigo Fantasio

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Y sí, como reza el título de este maravilloso cómic firmado por Emile Bravo, tenemos que agarrarnos a ella con todas las fuerzas que podamos, ya que al final esta nos salvará, por muy oscuros que sean los nubarrones que se posen sobre nuestras cabezas.

Lo mismo ocurre con los protagonistas, el joven pelirrojo que hace tiempo que perdió su empleo como botones en el hotel Moustic, por lo que su llamativa vestimenta roja ha sido guardada en un baúl. Sin dinero y, sobre todo, sin noticias de su desaparecida y amada Kassandra, vaga por la ciudad de Bruselas.

Este álbum comienza con una despedida, o al menos es lo que pretendía Fantasio, ya que este alocado reportero desempleado quería marcharse a trabajar a Alemania sin pensárselo dos veces. Menos mal que en esta ocasión Spirou lo salva, por los pelos, de un destino incierto…

Así que, de vuelta a la ciudad, con más hambre que ideas, comparten experiencias con la pareja de artistas judíos formada por Felix y Felka, que sobreviven gracias al talento artístico del primero.

De estas charlas surgirá la idea que va a salvar los estómagos de los protagonistas durante una buena temporada. Construirán un pequeño teatro de títeres con el que distraer y divertir a los niños de las calles. Dicho y hecho, y con más suerte que talento, el espectáculo tendrá tanto éxito que, gracias a un misterioso mecenas, el Sr. Henri, lograrán representarlo en los colegios de la región.

Pero claro, esta historia tiene dos niveles, uno en el que seremos testigos de las peripecias de Spirou y Fantasio, que muchas veces se van a meter en más de un lío por la mala cabeza del segundo. Y otro más oscuro, en el que se representa el acoso, violento en muchas ocasiones, que la comunidad judía residente en Bruselas va a ir padeciendo, desvelando la intolerancia de muchos de sus propios conciudadanos, que hasta se alegran de su destino.

Ecos de guerra llegan hasta la ciudad, que teme los bombardeos, pero en el corazón de Fantasio solo hay espacio para un nombre de mujer, Madeleine Colin, una bella maestra de la que se ha encaprichado, aunque puede que nada sea lo que parece…

En esta historia, los personajes secundarios tienen una vital importancia. Reaparecerán muchos a los que ya conocemos, prestando su ayuda a los protagonistas, como los generosos Anselme y Ernestine, que además de patatas, dan cobijo en los peores momentos, y algunos nuevos, como el padre Philippe, un sacerdote muy especial y diferente al estricto padre André.

Y, claro está, esos niños de la calle, a los que hemos ido conociendo desde la primera entrega de esta maravillosa historia surgida del talento de Emile Bravo. Dos de ellos, Luisito y Suzanne, marcados por su condición de judíos, con un destino de los más oscuro, harán que Spirou se juegue el cuello por ellos, dejándonos a los lectores ante un final o, mejor dicho, un continuará de los que te hiela la sangre.

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