FLAMENCO por S. Dueñas

"Lorca quiso que cantase junto al piano"

Inundados de la energía que sostienen los pilares de este mítico lugar hemos asistido la noche del 6 de julio de 2016 a un acontecimiento para el que no encontramos palabras que lo definan. Lo vivido esta noche ha sido mágico y quedará en los anales de la historia del lugar y en el corazón y el recuerdo de quienes lo han presenciado. Muy acertada la apuesta de la Residencia de Estudiantes, junto a la Fundación Cajasol, de abrir las puertas a la música de España, al flamenco. Un evento muy cuidado a la altura de como deben tratarse las grandes músicas del mundo, y el flamenco es la más. El concierto tuvo el preámbulo de las palabras de la directora de la Residencia, Alicia Gómez-Navarro, y del director de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido.

La climatología quiso que el concierto de la cantaora onubense Argentina, doble nominada a los Latin Grammy 2013 y 2015, tuviera dos partes bien diferenciadas, una antes de la lluvia y otra durante la misma. La expectación era máxima en las semanas previas al concierto con un anuncio por parte de la organización de entradas agotadas.

Repertorio pulcro, muy cuidado, muy flamenco, con un abanico de posibilidades muy variado, reservado sólo a los grandes porque Argentina lo es y sin techo. La historia se escribe día a día y ella lo sabe. Sale a por todas sea en Madrid, Barcelona, Sevilla, o por infinidad de escenarios de este maravilloso país o del resto del mundo. Argentina está en figura porque se lo ha ganado y cada vez son más los que se están dando cuenta de ello, viene arreando con peso y con conocimiento. No se trata sólo de cantidad, se trata de calidad, de recursos infinitos, de flamencura añeja que sabe a nueva, y su voz tiene el color más bonito y personal de los últimos tiempos, por no decir mucho más. Poderío se suma a su forma de entender el arte, al igual que su cante es sorprendente, porque sorprende siempre donde menos te lo esperas, y arriesga en cada tercio para tenerte en vilo con el corazón en la boca y te hace saltar de la silla, así sí.

Y Lorca quiso que cantase junto al piano, porque estaba deseando que lloviese para que ella se acercara al piano donde tantas veces tocó buscando darle vida a sus escritos, que no eran más que verdades del corazón y de la vida andaluza. La primera parte diferenciadora tuvo lugar bajo el cielo de Madrid, bajo la expectación reinante ante la llegada a la capital de una cantaora diferente, ante un patio de butacas repleto que sabía que algo grande iba a pasar. Comenzó la cantaora por bulerías acordándose de Lole y por supuesto de Manuel. Desde Córdoba a Sevilla fue una declaración de intenciones con arreglos personales adaptados a una formación básica de guitarra y palmas, al toque el mago de Jerez de la Frontera José Quevedo Bolita, y al compás a las palmas dos pura sangre de raza, la originalidad e intención, el flamenco en sí mismo, Torombo y la sal de Cádiz con la precisión exacta, Diego Montoya. Continuó de pie majestuosa la de Huelva, con los primeros acordes de la Mariana sólo con la voz penetrando en los pilares de la residencia, haciendo una mariana fresca, novedosa, con giros personales de nueva recreación personal. Ya en el cambio a tangos la guitarra entra en juego con el tiempo en su sitio para que ella pudiese jugar con los Tangos del Piyayo y Tangos del Titi de Triana. La serrana a continuación, parada, con su ritmo siguiriyero, Bolita hace la intro muy flamenca despertando los ole en el público, el concierto crece. La serrana se acelera como Argentina la tiene grabada en Un Viaje por el Cante, ritmo vertiginoso que atrapa y hace vibrar al público, remate antológico con el tiempo flotando y cayendo tras un silencio todos a tiempo. Espectacular. Gran ovación del público. Argentina sonríe, todos sonríen. La milonga argentina dejó a Argentina sola con Bolita, otro clima dentro del concierto con mucho color. Previamente ella explica su amor a Argentina por su nombre, y por haberla conocido cuando cantó en Buenos Aires y Alta Gracia, la ciudad de Falla esta última en Sudamérica. Cante de ida y vuelta precioso, con ritmo de tango argentino en su final. Continuó Argentina por granaína y media con remate por cantes abandolaos. En la media se gustó y alargó con sentido, disfrutando por las notas con un gran pico de emoción en el remate y que al público cautivó, gran ovación. Pero seguidamente en el remate por abandolaos hizo dos rondeñas, igualmente muy personales, y acabó con una jabera. Una concepción diferente de este cante con el sello de la casa que tantos éxitos le esta dando en cada concierto desde que igualmente lo publicara en Un Viaje por el Cante. Otro número de la factoría es la soleá por bulería jerezana a compás de la tierra con regusto, exponiendo y justo al rematar entra por bulerías donde Argentina hizo un tema muy popular que le está dando muchas alegrías porque igualmente lo hace suyo y te mete en la historia como si participarás en él, Romance de la Reina Mercedes. Gente en pie.

Fantasía de José Quevedo, Bolita a la guitarra con su toque personalísimo para que Argentina se cambie, una maravilla.

Y ocurrió lo inesperado cuando el concierto seguía creciendo, en medio del verano rayos y truenos, la gente aguantaba sentada con las primeras gotas. Argentina vuelve a escena para, solo con Bolita, volver a acordarse de Lole y Manuel con la canción por bulerías Nuevo Día. Cada vez llovía más pero el momento era emocionante. Tras éste, la duda de continuar el concierto estaba más patente entre todos, la intensidad del agua era mayor. Argentina y Bolita optan por cantar a capella la seguiriya por temor a descargas eléctricas. Inician la seguiriya pero el agua da por imposible la continuidad del concierto al aire libre cuando llevaba una hora de duración.

Momentos de incertidumbre. A la organización se le ocurre que se podría continuar dentro en el salón donde está el piano de Lorca sin micrófonos, por derecho, a capella. Argentina acepta gustosa y lo que ocurrió allí se quedará en el corazón y en la memoria de quienes lo vivieron. Canciones de Lorca y Falla, cantiñas, bulerías, fandangos de Huelva y María la Portuguesa por bulerías. Gente llorando de emoción, artistas como Caco Senante, directores y guionistas de cine como Antonio Cuadri, periodistas como Juan Luis Cano y Antonio Rossi, la sobrina de Lorca, escritores como Alberto Manzano, y su paisana de Huelva, la campeona del Mundo y Europa de bádminton Carolina Marín, formaban parte de un público maravilloso que fue cómplice del gran éxito en mayúsculas inolvidable de Argentina en la mítica Residencia de Estudiantes de Madrid de la calle Pinar. Y es que Lorca, cuando la escuchó, se encaprichó y quiso que cantase junto a su piano.

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