Lucena: "Nos quedan nueve finales"

Balonmano l División de Honor Plata

El nuevo técnico del PAN cree que para lograr la permanencia es clave que los jugadores confíen en ello

El Pedro Alonso Niño espera 'levantarse' y sumar triunfos que le permitan seguir un año más en la categoría.
El Pedro Alonso Niño espera 'levantarse' y sumar triunfos que le permitan seguir un año más en la categoría.

El nuevo técnico del Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer Cajasol, Curro Lucena, se ha puesto manos a la obra desde que llegó al club para tratar de reconducir la situación del equipo. En su interés no está el abanderar una gran revolución, sino que piensa aprovechar la buena línea de trabajo dejada por Fernando Castelló y redirigir la mentalidad de los jugadores hacia un horizonte más positivo, tratando de aplicar su experiencia a los problemas que afectan al juego, sin olvidar que la suma de todas las partes, en la que tiene mucho que decir la afición, es la que desembocará en un final feliz para la entidad moguereña.

-Haga un resumen de su carrera deportiva.

-Me crié en la cantera de Maristas de Málaga y estuve dos temporadas en la Liga Asobal. Fui campeón de España cadete y juvenil, y desde joven comencé a compaginar el ser jugador y entrenador. Empecé con benjamines cuando tenía 18 años, en cadete y juvenil logramos ser campeones de España, y pasé por todas las categorías.

-¿Tenía claro entonces que sería entrenador al retirarse?

-Hace 15 años tuve una lesión de rodilla importante, me rompí los ligamentos con 25 años y eso hizo que tuviera que pensar más en entrenar que en jugar. Hubo un momento en el que con viajes cada vez más largos no lo pude compaginar y decidí dedicarme a jugar, pero cuando me lesioné volví a ser entrenador, y con 27 años estaba entrenando en División de Honor B con Maristas, que se llamaba Aire Sur Málaga; estuvimos tres temporadas seguidas en esta categoría. Después entrené un equipo femenino en Granada con el que logramos el ascenso, de ahí pasé al Malagueta en División de Honor B, llevé luego a un año un equipo cadete en un colegio de Málaga, y la última temporada y media he estado en Cangas en División de Honor B y en Liga Asobal.

-Si ha tomado la decisión de venir al PAN Moguer es porque está convencido de que la salvación es posible, ¿cuál cree que va a ser la clave?

-La clave está en que los jugadores confíen en que se puede conseguir, si ellos creen que se puede lograr se hará. Hay que hacerles ver que el trabajo que se ha hecho hasta ahora es bastante bueno, que no hay que pensar en lo malo, que se está en esta categoría por haber hecho las cosas bien y hay que seguir esta línea para lograr la salvación.

-¿Entonces se trata más de un trabajo psicológico?

-Cuando un equipo está recién ascendido y las cosas salen mal se tiende al desánimo, sobre todo por el desconocimiento de la categoría, y lo mejor es recordarle todo lo que ha hecho bien para que vean que se pueden seguir haciendo. Si ha salido mal no ha sido por demérito de Fernando y los jugadores, sino por mérito de los rivales. Esta es una categoría profesional en la que la mayoría de los equipos entrenan mañana y tarde, y en la que el 80% de los jugadores viven del balonmano. Aquí esto no ocurre y hay una mayoría que tienen sus trabajos y sus estudios; obviamente es una rémora y es un punto que tienen ganado los rivales. La preparación de los partidos es mayor a la que se puede hacer aquí. No jugamos con las mismas armas y hay que recurrir a otras cosas para compensar ese desnivel.

-Tras su llegada al club, ¿qué es lo primero en lo que se ha puesto a trabajar?

-Desde el principio he estado recabando mucha información, intentando ponerme al día de cómo son los jugadores, en qué posiciones pueden atacar y defender, aunque prácticamente los conozco a todos. Con el tiempo que queda para acabar la Liga no hay margen para cambiar muchas cosas y ellos tienen que hacer lo que saben, por lo que trabajaremos más temas anímicos que técnicos.

-¿Qué ánimo se ha encontrado en el vestuario?

- Cuando hay un nuevo entrenador siempre provoca un cambio de actitud. El que no estaba jugando quiere demostrar que quiere hacerlo y el que sí lo estaba haciendo quiere hacer ver que se puede seguir confiando en él. Entonces, la actitud que hay en los entrenamientos es muy buena y veo muchas ganas y mucha energía. Hay que seguir manteniéndolo y darle unas pinceladas y tratar de recuperar jugadores que ahora mismo no estaban contando demasiado. Mi idea es recuperar a gente, porque los necesitamos a todos. Hay que pensar que quedan nueve finales y que la gente debe dar todo lo que tiene desde el primero al último.

-¿Cómo quiere que juegue este equipo?

-Ahora mismo no hay tiempo de cambiar mucho, sino de dar pinceladas. Por lo que he visto, la actitud del equipo en defensa es magnífica y creo que hay que mantenerla, no la vamos a tocar, y en ataque sí que me estaban comentando algunos jugadores que había problemas en algunas situaciones, por lo que vamos a retocar algo para tener más posibilidades y que los problemas que estábamos encontrando desaparezcan y ofensivamente el equipo tenga otro tipo de salidas.

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