Vivir en Huelva

Un brindis por Charles Mignon

  • Descubrimos las posibilidades del champán más allá de la celebración gracias a la cata organizada por el Grupo Estévez, con la colaboración de Tierra Nuestra, en el restaurante La Piedra

Charles Mignon

Charles Mignon

Un kilómetro de pasillos subterráneos esconde el secreto de los vinos de Francia, un secreto que los herederos de Charles Mignon conocen bien. Desde 1884, seis generaciones lo custodian y lo preservan del paso del tiempo con el mimo y el cuidado de quien ama lo que hace.

Enclavada en el corazón de la región francesa de Champaña, en Epernay, las bodegas Charles Mignon cuentan con 17 pagos Grand Cru y 44 Premier Cru, dos de las máximas distinciones que tienen los pagos de Champaña. De las 34.000 hectáreas que tiene la denominación de origen, solo 319 departamentos vitivinícolas clasifican para la categoría Premier Cru. Este marchamo de calidad lo ostentan con orgullo en Charles Mignon. Conscientes también de la responsabilidad que conlleva, miman el proceso de elaboración de sus caldos desde la recogida de la uva, cien por cien manual, hasta la crianza del vino en sus bodegas subterráneas. Más de 150 premios internacionales avalan el trabajo de esta familia al frente de una bodega con una producción pequeña pero selecta.

Productores y viticultores, trabajan tres variedades de uva: chardonnay, pinot meunier y pinot noir. De sus combinaciones y equilibrios nacen los distintos vinos de la casa.

Cómo maridar el champán en nuestra mesa

En España estamos acostumbrados a brindar con champán, pero rara vez lo vemos en la mesa como vino principal de la comida. Sin embargo, es toda una experiencia para el paladar disfrutar de estos vinos espumosos como acompañamiento de nuestros platos.

Para iniciarse, el Charles Mignon Premier Cru es muy buena opción. Suave y ligero, con una burbuja muy delicada, resulta muy familiar al paladar español educado con los vinos de Jerez. Es perfecto para combinarlo con los entrantes y los aperitivos. En la cata celebrada en La Piedra Larga lo probamos acompañado de foie casero con pistachos y salsa de mango de primero y gambas blancas de Huelva de segundo, combinando a la perfección con ambos. Resultó ser un vino versátil y fresco, muy equilibrado, con un toque mineral al final. Los amantes del rosado tienen en el Charles Mignon Rosé Premier Cru un caldo delicado y sutil que marida bien con los ahumados como el salmón, el risotto con trufas o un plato tan francés como el pato. Con buen cuerpo y estructura, su aroma trae recuerdos de frambuesa, cereza y fresa, con un toque de brioche. Durante la cata, lo maridamos con revuelto de setas y atún de almadraba. El sabor y el ahora resultaron complementarios.

El Grand Cru, por su parte, marida bien con las ostras, la langosta y los sabores del mar gracias a su delicadeza y su frescura. También casa a la perfección con platos delicados como la codorniz y otras aves ligeras como el pollo. En La Piedra Larga lo ofrecieron con arroz con tartar de gambas y alioli, demostrando así las posibilidades de este champán en mesa.

Buen maridaje Buen maridaje

Buen maridaje

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