historias del fandango

Un activo republicano

  • José Cepero fue ejemplo de artista comprometido con un ideario político; amigo de su paisano el dictador Primo de Rivera, se alineó con la causa republicana en 1931

  • Cepero, tributario de Rebollo

Una de las fotos más conocidas de Cepero, acompañado por el joven guitarrista Luis Maravillas, en 1930.

Una de las fotos más conocidas de Cepero, acompañado por el joven guitarrista Luis Maravillas, en 1930.

El año de la proclamación de la República, Cepero estuvo muy dedicado a una asociación de artistas adherida al sindicato socialista UGT, que llegó a tener unos doscientos afiliados flamencos, de los que fue portavoz. Él llevaba 36 años como cantaor profesional, desde que comenzó, cuando tenía 8, a ganarse la vida por las tabernas y los cafés cantantes de su Jerez natal.

Participó activamente con otros compañeros (Vallejo, Niño de la Huerta, Angelillo, Chato de las Ventas, Guerrita, Niña de los Peines, Niño de Fanega, Curruco…) en el disco Cantes flamencos republicanos, al que aportó una milonga (Un soldado en Melilla).

De ese año 1931 es una sustanciosa entrevista que le hizo la periodista Josefina Carabias, en la que Cepero mostraba su activismo político y sindical. La mayor preocupación de los flamencos en aquel momento era luchar contra el cine: se iba imponiendo ya el sonoro y restaba cada vez más asistencia a sus espectáculos. Los artistas afiliados a aquella asociación sindical querían “conseguir el fin de fiesta obligatorio; la cuestión es unirse y hacer valer un programa mínimo de reivindicaciones”, decían. El sindicato tenía una ideología marcadamente marxista: quizás sus militantes no habían leído El capital, pero “tienen un poquito de cultura marxista, muy difusa, naturalmente, que se refleja en su cante”, decía la periodista [1].

[1] Ahora, 11 septiembre 1931. [1] Ahora, 11 septiembre 1931.

[1] Ahora, 11 septiembre 1931.

Efectos de la Guerra Civil

Como los teatros madrileños estuvieron controlados por los sindicatos durante la Guerra Civil, Cepero era el que mandaba y a sus afiliados no les faltaron actuaciones. Pero terminada la contienda, los que se significaron por su adhesión a la República o por su militancia política o sindical fueron vetados y apenas pudieron trabajar.

Al rojo Cepero –lo cuenta Valderrama en sus memorias– ya no le permitían entrar en Villa Rosa y no tenía ni para comer”. Como otros cantaores grandes de su generación, había ganado millones, pero los gastó con la misma facilidad con que los ganaba. Mal se compadecía su precaria situación actual con su carácter orgulloso.

Con el paso de los años, las inquinas de los afectos al franquismo se fueron relajando, Cepero rebajó su belicosidad dialéctica contra los vencedores y, por la mediación de influyentes amigos, volvió a actuar en el Villa Rosa, en los Gabrieles y otros tablaos de la capital. En 1948, perdonado ya por el régimen, volvió con regularidad a los escenarios. Entre otros espectáculos, lo encontramos girando con Fantasía andaluza, compartiendo cartel con Centeno, Niño de Barbate, Niño de la Huerta, Pepe Azuaga, el guitarrista cerreño Alberto Vélez y una veintena de primeras figuras.

Cepero en Huelva

La gira de 1928 lo trajo por primera vez a Huelva. Por aquellos años de efervescencia flamenca y fandanguera, Cepero fue asiduo actuando en Huelva todos los veranos de los años 1928, 1929, 1930, 1932 y en 1933 [2].

[2] La Provincia, 10 agosto 1928. [2] La Provincia, 10 agosto 1928.

[2] La Provincia, 10 agosto 1928.

Y volvería a celebrarse otro muy similar al año siguiente [3].

[3] Diario de Huelva, 10 agosto 1929. [3] Diario de Huelva, 10 agosto 1929.

[3] Diario de Huelva, 10 agosto 1929.

Este año, 1933, se celebró en el Teatro Mora un acontecimiento artístico muy apreciado en la capital, con proyección de una película policíaca, primero, y después una “pelea por fandangos” al más alto nivel del momento [4].

[4] Diario de Huelva, 4 octubre 1933. [4] Diario de Huelva, 4 octubre 1933.

[4] Diario de Huelva, 4 octubre 1933.

Otras actuaciones

En una de las primeras actuaciones de Cepero en Sevilla, lo encontramos cantando fandanguillos y otros palos en la fiesta privada que siguió a un bautizo, en 1919, en la que estuvo acompañado a la guitarra por el Niño de Huelva y Pepe Rodríguez.

También en Sevilla, en 1921, participó en un macro festival de variedades destinado a recaudar fondos para los enfermos y heridos en la guerra de Marruecos.

En 1924 competía en un concurso de profesionales en el Teatro Novedades de Madrid. Había un primer premio de mil pesetas y los asistentes tenían como su favorito al cantaor local Angelillo, pero se corrió la voz de que se lo iban a dar al jerezano. Cantó Cepero una copla que al público le pareció inoportuna y poco discreta, comenzaron las protestas, “¡tongo, tongo!”, y un joven saltó al escenario afirmando que él la cantaba mejor; el público le aupó y se generó un monumental escándalo cuando numerosos espectadores intentaron subir con intención de agredir al artista, que no pudo acabar su actuación.

En 1929 participó en un concierto de ópera flamenca que se celebró en el Monumental Cinema de Madrid en honor de los aviadores españoles y de la oficialidad del Eagle, el barco que los rescató del mar cerca de las islas Azores. Estuvieron presentes los protagonistas de aquel episodio y la oficialidad del buque británico. En el cartel, acompañaron a Cepero cantaores como Angelillo, Niño de Marchena, Guerrita, Pena hijo y una docena de primeras figuras.

Muere Cepero

Falleció el 12 de marzo de 1960, a los 73 años. Hacía cuarenta que vivía en Madrid y desde allí desarrolló su carrera, participando en giras por toda España, la última en 1955. Los viejos aficionados, como Francisco López Jara, recordaban que fue “una institución del buen cante andaluz” [5].

[5] Odiel, 12 junio 1960. [5] Odiel, 12 junio 1960.

[5] Odiel, 12 junio 1960.

Disco de fandangos de José Cepero, reeditado en 1958. Disco de fandangos de José Cepero, reeditado en 1958.

Disco de fandangos de José Cepero, reeditado en 1958.

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