En la provincia de Huelva tenemos una gran variedad de frutos rojos que se agrupan bajo la denominaron común de berries, con tal importancia en la producción agrícola que el mes de junio del año pasado se celebró el II Congreso sobre Frutos Rojos, y que agrupa fresas, arándanos, frambuesas y moras.

También hemos de destacar que esta temporada se inicia con cuatro vaciedades nuevas que harán que la campaña se amplíe de septiembre a junio, lo que ya en sí fue noticia en su día.

La frambuesa o sangueso se conoce en nuestros campos bajo las denominaciones de: altimona, altimoras, antimora, artimora, artos, chardonera, cordón, cordonera, chordones, churdón, fragataria mayor, frambueso, morapeluda, moras terreas, ruboideo ideo espinoso, rubo ideo fructífero, sanguesa, sanguesa real, sanguesa blanca, uvas de oso, yrdus y zarza sin espinas y que se han integrado en nuestros cultivos. Es un arbusto perenne, del orden de los rosales, de una talla entre metro y medio y dos metros y medio que crece con mayor frecuencia en prados o claros de los bosques, en especial en los que se han producido por tala o fuego y donde se cultiva esta especie oportunista en medio natural. Su tendencia es a expandirse a menos que se la controle en su medio natural; prefiere suelos profundos y ácidos, los calcáreos producen clorosis debido a la falta de ciertas sales, lo que le provoca la pérdida de su color verde.

Su fruto es rojo, comestible, una polidrupa de sabor dulce y fuerte, de aspecto similar a la mora, pero más pequeña y clara que se conoce como fresa del bosque. Es originaria de Centroeuropa y Norte de Asia, natural se encuentra en los bosques de Castilla y León, tiene una gran aceptación en la cocina y muchas propiedades medicinales.

Desde la antigüedad se utilizaba para prevenir y combatir el escorbuto, como antiinflamatorio, para las embarazadas por su alto contenido en ácido fólico, retrasa la vejez y es muy útil para evitar o retrasar los problemas degenerativos nerviosos y la pérdida de memoria. Hoy día se utiliza como prevención del cáncer al tener propiedades antioxidantes.

Su contenido graso es del 0,65% , en proteínas del 1,5, 47 kilocalorías a los cien gramos, cuatro y medio de azucares, el resto es agua, tienen vitaminas A, B, C, K, magnesio, y sobre todo potasio, lo que las hace muy útiles en dietas antioxidantes.

Es una fruta muy extendida y tiene una gran variedad de especies, nosotros consideramos las frambuesas rojas beneficiosas en la quimioprevención y las negras o azules beneficiosas para prevenir la degeneración celular y el envejecimiento.

Aunque las frambuesas que solemos consumir son cultivadas, en los bosques de las comunidades de Castilla y León y Asturias se pueden encontrar silvestres y según los expertos (a mí me parecen todas más o menos iguales) son una exquisitez que se paga cara.

Su consumo está muy extendido en pastelería, como los macaron de frambuesa; mermeladas; helado de frambuesa negra y postres, como las natillas con frambuesas.

Hoy os voy a proponer una mermelada casera de frambuesas, un postre y un pescado.