Toros

Joselito Adame brilla al natural

  • El matador de toros mexicano corta la primera oreja del ciclo continuado, tras una faena a más Los diestros cameros Alfonso Oliva Soto y Esaú Fernández se marchan de vacío

Comenzó el ciclo continuado de la Feria de Abril con dos toreros sevillanos, concretamente de Camas: Alfonso Oliva Soto y Esaú Fernández; y el mexicano Joselito Adame, que abrió plaza. Adame y Fernández fueron de los pocos diestros que el año pasado consiguieron un trofeo en el ciclo abrileño y Oliva Soto, que no fue contratado en 2014, retornaba con el corazón roto tras enterrar por la mañana a su abuelo, el picador Alfonsillo de Camas, que falleció a los 99 años y llegó a vivir en lo taurino una apasionante época, en la que llegó incluso a picar a las órdenes de Cagancho.

Joselito Adame consiguió el primer trofeo de la feria y aportó calor artístico y temple hidrocálido en una tarde bastante desapacible en lo climatológico, que comenzó con intensa lluvia y acabó con frío.

En una corrida desigual de Cayetano Muñoz, en la que prevaleció la falta de fuerzas y la nobleza, destacó el cuarto toro, Muñeco, un jabonero noble y de suma calidad que fue materia prima de primera categoría para bordar el toreo y al que los aficionados sevillanos ovacionaron en el arrastre. Adame realizó la faena en los medios en la que brilló especialmente al natural. Aunque con la diestra, en la primera tanda, el astado le enganchó la franela, en el resto de la obra prevaleció el temple. Una serie con la izquierda, con algún muletazo al ralentí desató los ánimos, una fuerte ovación y la música atacó con un pasodoble, entretanto el diestro alcanzó un buen nivel con la diestra, meciendo con suavidad la tela y llevando embebido al animal. Cerró con una trincherilla de escándalo. Joselito Adame se tiró con fe para enterrar el estoque. Tardó el toro en caer y precisó de un descabello para que ondearan los pañuelos en la petición del primer trofeo concedido, con justicia, en el ciclo continuado de la Feria de Abril 2015 -el Domingo pasado ya cortó dos orejas Espartaco y una Borja Jiménez-.

Con anterioridad, con un toro al que le faltó motor, realizó una faena pulcra, pero carente de emoción, que comenzó con bellos muletazos genuflexos, pero que no alcanzó altura.

Oliva Soto dibujó buenas verónicas ante el segundo. Tras brindar al cielo, a su abuelo, se encontró incómodo ante un animal complicado que se revolvía con prontitud por ambos pitones.

El quinto, tocaíto de pitones y astifino, fue un toro exigente, que acabó desarrollando sentido. Oliva comenzó la faena con intensidad por el lado derecho. El toro le prendió; afortunadamente sin herirle. Por la izquierda, el torero quedó mal colocado antes de un pase de pecho y nuevamente fue cogido. Tras finiquitar al astado pasó a la enfermería donde le apreciaron varetazos en la rodilla derecha y en la región lumbar.

Esaú Fernández estuvo muy dispuesto en su actuación. Al precioso melocotón tercero, al que cuidaron en varas y aun así no tuvo fuerzas, Esaú lo quiso recibir a portagayola. El animal, distraído, no embistió. Y el camero se fue tras él para dibujar un farol. La faena resultó voluntariosa, dando tiempo al flojísimo toro para que se recuperara con muletazos templados y acabando en cercanías, con el astado ya apagado.

Al cinqueño y serio toro que cerró plaza, Fernández lo recibió con una larga cambiada frente a toriles y lanceó con buen aire, ya de pie. En las afueras, se esforzó en un trasteo sin brillo con un toro que perdió las manos en varias ocasiones.

En una tarde que resultó entretenida en lo artístico y deslucida en lo climatológico, Joselito Adame, despedido con una ovación, fue el triunfador gracias a su capacidad, temple y medida, cobrando el primer trofeo del ciclo continuado de la presente Feria de Abril.

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