Con tres películas por delante y otras tres por detrás del Telediario como todo menú de programación del sábado, arribó el Informe semanal en versión resumen del año, constreñido a media hora, sin que nadie en la Corporación de RTVE haya justificado a estas alturas a qué vienen estas prisas.

Porque si cada uno de los negociados se parase a hacer sus balances, como por su cuenta y riesgo realiza con un esfuerzo espartano Gerardo Sánchez en Días de cine, no habría queja alguna. Pero cuando los espacios más veteranos como Estudio estadio o Tendido cero toman vacaciones, impidiendo hacer balances anuales de lo suyo; cuando Atención obras desaparece sin molestarse en hacer las listas con lo más destacado del teatro del año (aunque afirmar que Atención obras es un programa dedicado al teatro sería mucho afirmar), y así sucesivamente, cargar la responsabilidad del resumen de la cultura y del deporte de 2023, por poner dos ejemplos, a Jose Fernández y Rosana Romero, para que un par de minutos esbocen lo que dio de sí el año pasado en todas sus disciplinas parece un tanto forzado.

La cuestión es que Informe Semanal resumió 2023 como pudo, y optó por hacerlo en tres bloques titulados Un año de vértigo, El año de la disrupción y El año del aniversario. El primer reportaje se lo reservó el propio director, José Carlos Gallardo, y estuvo dedicado a relatar los avatares políticos de doce meses que fueron muy densos. En el segundo reportaje fue Lorenzo Milá quien advirtió de las consecuencias del cambio climático. Ojo, no es opinión, es información. Para terminar, en el año de su aniversario el programa reflexionó sobre lo que ha supuesto para la sociedad española desde 1973. ¡Lo que habría lucido todo ello dándole tiempo!

Imagínense otro formato diferente ante estas circunstancias. Los miembros del amplísimo equipo de Informe Semanal, relajados, comentando de viva voz cuáles han sido sus impresiones del año que se fue, qué ecos guardan de los reportajes que más les impactaron, en tono de sana tertulia. Dándoles a los espectadores la posibilidad de ponerles cara y temperamento.

Un programa de televisión bueno, bonito y barato, además de entrañable. Se lo hubiera merercido Informe Semanal en el año en el que cumplió medio siglo de historia.