Anuario de Turismo 2024

Sostenibilidad se escribe con ‘P’ y ‘S’

  • Con ‘P’ de política y planificación; con ‘S’ de sensibilidad ante las necesidades de la población y solidaridad con los que más lo necesitan

Una mujer pasa ante un escaparate con ofertas de vivienda en alquiler.

Una mujer pasa ante un escaparate con ofertas de vivienda en alquiler. / Efe

Málaga capital está de moda, eso es evidente. La transformación del centro urbano y del Puerto, la recuperación de algunos espacios históricos y el desarrollo de un potente polo tecnológico entre Andalucía-Tech y la Universidad de Málaga han creado las condiciones de base para el despegue como destino turístico. La apuesta por los museos y la realización de grandes eventos como el Festival de Cine han ido configurando una muy atractiva oferta que viene a complementar la tradicional de la Semana Santa y la Feria de Agosto y que se redondea con la más reciente apuesta por el alumbrado navideño como atractivo turístico.A la imagen universal de esta nueva Málaga han contribuido, sin duda, las numerosas escenas de series de televisión y películas de cine rodadas en sus calles en los últimos años y la impagable publicidad que algunos malagueños ilustres han ido desplegando por el mundo. El clima y sus recuperadas playas han hecho el resto.

Un escenario ideal que, como suele ocurrir, tiene además de luces sus propias sombras. El fuerte proceso de gentrificación de su centro histórico, donde cada vez viven menos residentes locales; la pérdida de identidad de la ciudad que ve como a diario cierran sus referentes comerciales para ser sustituidos por franquicias de las diferentes marcas; la gastrificación de su oferta culinaria… son elementos comunes que han vivido todas las grandes ciudades y centros turísticos del mundo. En eso no somos diferentes.

En lo que si somos diferentes es en la intensidad y amplitud con que esos efectos negativos están afectando a la población local. Particularmente en el ámbito de la vivienda. Un simple vistazo a los datos proporcionados por InsideAirBnb, muestra con claridad la magnitud del problema: ya no es solo el centro antiguo el que está viendo perder su población local, sino que a lo largo de los paseos marítimos a este y oste de la ciudad y en la zona de Teatinos, ciudad universitaria, la proliferación de viviendas de uso turístico está limitando fuertemente la oferta para los residentes locales en compra y alquiler de larga estancia o residencial, así como disparando (casi, disparatando) los precios. De acuerdo con los últimos datos de la Sociedad de Tasación, Málaga es nuevamente la ciudad española donde más subieron los precios de la vivienda en 2023: un 7,2% frente a la media nacional del 5,1%. Esto es: el precio medio por metro cuadrado en vivienda nueva se ha situado ya en los 3.000 euros. Con un Euribor marcando máximos históricos y situado, después de un ligero respiro en diciembre, en el 3,68%, las opciones de compra para amplísimas capas de población se reducen notablemente o son sencillamente una quimera. Y el alquiler no está mejor sino al contrario: una subida interanual del 13,6% sitúa el alquiler a 13,8 euros el metro cuadrado, o lo que es lo mismo: el alquiler de una vivienda tipo medio de 80 metros cuadrados se situaría en unos 1.104 euros. Como referencia, el salario mínimo interprofesional para 2023 estaba situado en 1.080 euros mensuales en 14 pagas.

La vivienda es un bien de mercado por mucho que el derecho a la misma esté recogido en la Constitución. Y como tal atiende a las reglas de la oferta y la demanda. Es evidente que hay un exceso de demanda frente a la oferta existente: falta vivienda residencial, así en general y, particularmente, falta vivienda protegida. Corresponde a las administraciones públicas, especialmente a la local y la regional que son competentes en materia de suelo y vivienda, articular los medios para que esa oferta se produzca en los términos en los que la población local pueda acceder a ella: proporcionando suelo, promoviendo VPOs y limitando la derivación abusiva de esas viviendas residenciales al alquiler turístico.

Sostenibilidad en turismo se escribe con “P”. Con p de Política y p de Planificación. Y también con “S”. Con s de sensibilidad ante las necesidades de la población, con s de solidaridad con los que más lo necesitan.

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