Turismo

Siempre Andalucía

  • Cada una de sus ocho provincias atribuyen a la comunidad una vertiente diferente que hace que el turismo la tenga como un destino preferente en sus vacaciones estivales

Siempre Andalucía

Siempre Andalucía / M.G.

Llaga la temporada estival, unos meses de verano en los que el afamado Lorenzo pasa la totalidad de sus vacaciones. Andalucía puede presumir de ser tierra viva, de pasar sus horas y días con la mayor de las alegrías gracias a un legado que se aprecia en su belleza, gastronomía, cultura y don de gentes.

Son muchos los curiosos y turistas que han decidido pasar los próximos meses en una comunidad que es un referente nacional e internacional para unos viajeros que buscan una experiencia única, que quede por siempre grabada en su retina y en sus pensamientos.

Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, cada una de sus ocho provincias regalan una particularidad que hace a Andalucía un rincón único para disfrutar de un fin de semana o de toda una vida.

Almería cuenta con playas cristalinas, su gamba roja y un desierto que ha enamorado a grandes estrellas de Hollywood y la gran pantalla.

Cádiz es puro carnaval y un compás que va desde la Caleta a las majestuosas playas que flanquean toda una provincia llena de luz.

Córdoba es pura historia. A los pies de su Mezquita se podrá disfrutar de una gastronomía donde el salmorejo y el flamenquín enamoran al paladar más exquisito.

Granada lo tiene todo. Playa en verano y nieve en invierno. Además, la belleza de su arquitectura llega a su culmen allá por la Alhambra, un complejo monumental único en el mundo.

Huelva descubridora y llena de magia. El atlántico hace que las altas temperaturas no lo sean tanto y que el marisco sepa como nunca.

Málaga y su Costa del Sol. Desde la catedral hasta Marbella, esta tierra es sinónimo de clase y calidad, algo que no está reñido con manjares tan simples y ricos como los espetos.

Y Sevilla. Capital del mundo y de esta bella Andalucía. La Giralda guía al turista peregrino en una andanza que comienza aquí, en una ciudad que es un tesoro mundial y cuya religión se consagra por todo el Planeta.