Con cerca de 2.500 habitantes y ubicado en el centro de la provincia de Huelva, El Cerro de Andévalo es un destino ideal para poder disfrutar con los sentidos del patrimonio, la naturaleza y la gastronomía de este privilegiado enclave.

Entre la riqueza monumental, destacan tanto su Iglesia Parroquial Santa María de Gracia como las ermitas las ermitas del siglo XVI (La Trinidad, Nuestra Señora de los Dolores y San Benito). La primera es un templo renacentista del siglo XVI, aunque ha sufrido variadas remodelaciones. 

Iglesia parroquial

Fiestas

Uno de los momentos más esperados en la localidad es la romería de San Benito Abad, que suele celebrarse el primer fin de semana del mes de mayo. Está declarada de Interés Turístico en Andalucía y es la más antigua de las que se celebran en la provincia onubense.

Lo más llamativo de esta celebración son los trajes dieciochescos, las joyas y los bailes típicos en el municipio que trasladan al espectador a siglos pasados.

Para conocer estás fiestas mejor, hay que visitar el Museo Etnográfico, situado en un pósito del siglo XVII, que alberga una colección relacionada con la romería.

Museo etnográfico

Gastronomía

En cuanto a la gastronomía, El Cerro de Andévalo destaca por su repostería típica (borrachos, roscos de puños, rosas, tortas, anjuelas, ...), además de un contar con numerosas recetas elaboradas con productos de la tierra.

Ejemplo de estas recetas son la caldereta y el caldo sanbenitero, los potajes de gurumelos, las migas y la ensalada de orégano, todos ellos ejemplo de la importancia que la agricultura y la ganadería tienen en la zona.  ya merecen una visita a El Cerro de Andévalo.

Asimismo, el queso de oveja y su derivado la 'quesá' son algunos de los productos más característicos de El Cerro, debido al peso del ganado lanar en la localidad. 

Y otro producto típico es la miel del Andévalo, consecuencia de la enorme tradición familiar de poseer colmenas que existe en la zona, que cuenta con una rica flora, muy propicia para este producto.

Entorno

Con la ganadería como parte fundamental del desarrollo de El Cerro de Andévalo, su entorno está dominado por dehesa de encinas y por un monte bajo de arbusto, donde proliferan perdices, conejos y jabalíes.

Además, como no podía ser de otra manera debido a su enclave, la minería también ha jugado un papel importante en el municipio. Por este motivo, las riberas se tiñen de rojo a su paso por la zona, llena también de restos de explotaciones mineras.