El Colegio de Farmacéuticos de Huelva y el Hospital Infanta Elena han iniciado una vía de colaboración por el que las farmacias de la provincia –y si fuera preciso, también de toda Andalucía– podrán facilitar a los pacientes la entrega de aquellos tratamientos de dispensación hospitalaria prescritos desde las consultas del citado centro hospitalario. Este procedimiento está consensuado entre el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF).
Con esta colaboración entre farmacéuticos de los distintos niveles asistenciales se evita que los pacientes –en ocasiones, a muchos kilómetros de distancia– tengan que acudir hasta el hospital para que le sean dispensados sus tratamientos y se asegura que el medicamento esté siempre bajo la responsabilidad de un farmacéutico, de modo que la custodia, conservación y transporte de los mismos antes de llegar a los pacientes se haga bajo las premisas de la máxima calidad y seguridad.
“Tanto en el inicio como en el final de esta cadena, siempre estará un farmacéutico, lo que es una garantía para los destinatarios de los tratamientos. Además, desde la farmacia comunitaria redoblamos la labor de consejo y recomendación que se establece desde el hospital, e incluso podemos ayudar a los pacientes a resolver muchas dudas en relación a la toma de esos fármacos”, explica Jorge J. García Maestre, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Huelva.
Este servicio de entrega de medicamentos de dispensación hospitalaria en oficinas de farmacia es completamente gratuito para los pacientes y se basa en la experiencia iniciada en hospitales de toda Andalucía en 2020, en el periodo de confinamiento por la Covid-19, en los que se trató de asegurar a personas especialmente vulnerables el acceso a tratamientos que debían retirar de los Servicios de Farmacia Hospitalaria sin necesidad de acudir a los mismos, que en aquel entonces vivían una elevada presión asistencial motivada por el duro efecto de la pandemia.
En Huelva, el Hospital Juan Ramón Jiménez ya ofrecía esta modalidad de entrega de estos tratamientos. Hasta el pasado 12 de marzo, en la provincia se habían gestionado 31.852 solicitudes de 4.359 pacientes para hacer uso de este Servicio de Entrega de Medicación Hospitalaria. El 96,5% de los pacientes encuestados al respecto ha reconocido estar “muy satisfecho”.
Antes incluso de que irrumpiera la pandemia de la Covid-19, una treintena de oficinas de farmacia de la provincia y el Hospital Juan Ramón Jiménez ya colaboraron en un proyecto piloto para evitar las discrepancias en la medicación de los pacientes tras recibir el alta hospitalaria, una iniciativa englobada en el programa Concilia Medicamentos, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
La aparición de efectos adversos y de problemas asociados a la falta de seguridad o efectividad de los tratamientos suele ser debido a los cambios en la medicación durante la estancia hospitalaria, la participación de diferentes profesionales en el cuidado del paciente y la inadecuada documentación y transferencia de información entre ellos. De la mano del proyecto Concilia, los farmacéuticos de los diferentes niveles asistenciales (hospital y oficina de farmacia), en coordinación con otros profesionales sanitarios, comparan la lista de medicamentos antes del ingreso y después del alta hospitalaria, asegurando que el tratamiento es adecuado, está actualizado y que el paciente lo utiliza correctamente.
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