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La Semana Santa es un momento especial para descubrir la provincia de Huelva a través de su cocina. Los platos de toda la vida vuelven a la mesa de familias y bares para quedarse durante un par de meses. Torrijas y pestiños ganan la partida a las tartas o el chocolate como desayuno o merienda.
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Disfruta del sabor más dulce de la Semana Santa en Huelva.
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El dulce por excelencia de la Semana Santa es la torrija. Pan, huevos, leche, azúcar, canela y aceite se unen para conformar un plato casi exclusivo de la primavera y, por tanto, muy esperado por todos los comensales para terminar el almuerzo o de una buena merienda.
La leche frita también ocupa un lugar preferente en los mostradores de confiterías y pastelerías. Este calórico dulce es apropiado para cargar energías durante el desayuno o la merienda acompañado de un café o un batido.
El pestiño, típico en Andalucía, se mantiene como uno de los dulces predilectos a lo largo de todos los tiempos y también tien su sitio durante estas fiestas. Su simple combinación de harina, aceite y miel lo hacen apetecible en cualquier momento del día. Hay multitud de formas de tomarlos. Hay quienes los prefieren recubiertos de azúcar o quien le añade naranja y canela. Aunque la receta más tradicional es la que los recubre de miel. Ahora als hay de chocolates y con sabor a fresas.
Si el potaje de vigilia es el rey, el hornazo es la estrella de la repostería onubense en tiempos de Cuaresma y Semana Santa. De Gibraleón, de San Bartolomé, de Trigueros, de Huelva, de Rociana… Hay prácticamente un tipo de hornazo para cada gusto y en cada pueblo, aunque todos tienen ese inconfundible sabor de la almendra. Es uno de esos productos diferentes de la provincia que los turistas se llevan como rico recuerdo de su paso por Huelva.
Un dulce andevaleño llamativo por su forma, exquisito por su sabor o curioso en su elaboración. Muy parecidas a las flores de miel, para hacer las hojuelas se utiliza una caña que, empleada con tino y algunos peculiares giros de mano y muñeca, consigue darle forma a esta delicia tradicional y casera. Cuidado que enganchan y puede caer un plato en una sentada.
De Isla Cristina o de Ayamonte. Redondas o cuadradas. Hay quien prefiere la una y hay quien prefiere la otra, pero lo cierto es que ambas cocas son de lo más demandado en estos días. En cada una de aquellas localidades se realiza como siempre, de forma artesana, propiciando a menudo reuniones familiares en las casas solo para cocinarlas, aunque este año probablemente será distinto.
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