La lluvia impidió ayer que la imagen de la Inmaculada saliera en procesión por las calles de Huelva en el 250 aniversario de su proclamación como Patrona de España por el Papa Clemente XIII. "Contra las inclemencias del tiempo no se puede luchar". Así lo manifestó el hermano mayor de la Hermandad de la Purísima Concepción, Ignacio Molina, que señaló que la junta de gobierno, que se había reunido minutos antes de las cinco de la tarde, había decidido, ante la climatología tan adversa, suspender la salida procesional.

Todo estaba preparado en la iglesia: los incensarios, los ciriales, los costaleros y las distintas hermandades de las Patronas de los pueblos de la provincia onubense así como las hermandades de gloria con sus respectivos Simpecados para acompañar al paso, pero al final el tiempo no dio una tregua y no hubo procesión.

Molina agradeció a las cofradías presentes "el esfuerzo enorme" que habían realizado para estar ayer en Huelva, "algunas vienen de pueblos lejanos". Explicó que este año, en el que se cumplen 250 años del patronazgo de la Inmaculada, consideraron importante celebrar la festividad "juntos, toda la provincia, queríamos que fuera una fiesta de toda la provincia y lo hemos conseguido, estos días se habla de la Inmaculada y de su patronazgo", a lo que añadió que "hemos engalanado la ciudad, preparado con cariño la procesión, debemos estar orgullosos la hermandad y la ciudad, pero las circunstancias son las que son y hemos decidido no salir".

El hermano mayor subrayó que la Hermandad de la Purísima Concepción había realizado "un esfuerzo sin precedentes, extrapolando sus posibilidades" para organizar la procesión dentro de los actos conmemorativos de esta efemérides "pero no ha podido ser, otra vez será".

Ante la imposibilidad de realizar la salida procesional, se llevó a cabo un acto solemne dentro de la parroquia. Las hermandades de las Patronas de los pueblos onubenses y las de gloria colocaron sus simpecados conformando un pasillo en la nave central del templo, por el que posteriormente pasaría la imagen de la Virgen, portada por dieciséis costaleros.

El paso de la imagen se encontraba junto al presbiterio. A las tradicionales rosas de su exorno floral se añadieron, para la procesión extraordinaria, fresias, astromelias y crisantemos. Rosas, fresias y astromelias en las jarras y crisantemos y astromelias en los frisos. La Virgen, obra de Mario Moya, estrenaba manto brocado en azul y oro donado por la familia Campoy-Sevidanes; pendientes de planta sobredorada, regalo de la Hermandad de la Victoria; saya bordada en oro, con diseño de Enrique Bendala, y pecherín.

El obispo de Huelva, José Vilaplana, agradeció y felicitó al hermano mayor y a la Hermandad de la Purísima Concepción, "que ha puesto tanto esfuerzo, ilusión, juventud y amor en celebrar esta fiesta de la Inmaculada". Vilaplana comentó que "sé lo mucho que le ha costado a la junta de gobierno tomar la decisión de no salir" e indicó que a la Virgen "la vamos a acompañar en su casa, le hacemos una fiesta aquí, en la intimidad de la familia".

A las 17:30 se inició el traslado, un acto "breve y sencillo", tal y como había indicado el obispo de Huelva, que apuntó que "en estas circunstancias hay que vivir este momento con intensidad".

La primera levantá la llevó a cabo la Banda del Maestro Tejera, en la persona de su director José Manuel Tristán. La agrupación musical, que acompaña a la Hermandad de la Purísima Concepción todos los 8 de diciembre, cumple su centenario. El llamador del paso no era el habitual, para esta ocasión se había colocado el que Canal Sur le entregó en 2003 a su padre, José Tristán Martín, que fue durante 36 años director de la banda.

El llamador es una obra del artista Navarro Arteaga, utilizada solamente por Antonio Santiago en el transcurso de la marcha Hermanos Costaleros en un concierto. "Las manos que han tocado el martillo son las mismas que dirigen la banda que nos acompaña cada año, que ha tenido a bien ceder el martillo que el maestro ganó hace tiempo", apuntó el capataz, Francisco Rey, a los costaleros que estaban bajo el paso. Con el deseo de que la agrupación musical "nos siga acompañando otros 8 de diciembre", y al grito de "todos por igual, valiente", el paso se puso en marcha, al son de Estrella Sublime, interpretada por la Banda de Música del Maestro Tejera, y entre repiques de campanas.

Abría la comitiva la cruz de guía, seguida de cuatro ciriales. El paso fue avanzando por el pasillo de la nave central formado por los Simpecados de las distintas hermandades. Al llegar a la altura del coro, cayó sobre la imagen una gran petalada, que estuvo acompañada por una fuerte ovación por parte del público congregado en el templo.

El paso fue finalmente depositado en la parte posterior de la parroquia en una de las naves laterales mientras sonaba el himno de España. En el rostro de algunos hermanos, reflejada la tristeza por no haber podido sacar en procesión a la Inmaculada.