La Sentencia ilumina la tarde gris

HA merecido la pena. A pesar de las inclemencias meteorológicas y un recorrido frustrado, La Sentencia, y con ella todo el barrio de Pérez Cubillas, siente que ha merecido la pena ver al paso del Señor en la calle y ganar La Concepción.

Tras dos intentos fallidos, siempre por la lluvia, la Hermandad de Pérez Cubillas vio al final cómo el Señor de la Sentencia salía de San Francisco de Asís y allí volvió ya de madrugada tras refugiarse en La Concepción, de donde salió a las 22:00. De hecho fue la única cofradía que salió en este Martes Santo y la verdad es que, a las 15:00, era difícil presagiar que la tarde se cerraría en lluvia.

La palabra emoción se queda corta para expresar lo que se sintió ayer en el barrio. La Sentencia siempre se ha volcado con Pérez Cubillas y el barrio también se volcó ayer con la cofradía. La parroquia se quedaba pequeña ante el elevado número de nazarenos que se disponían a realizar la estación de penitencia. El hermano mayor, Cipriano Vázquez, comentaba antes de la salida, prevista a las 15:15, que la decisión estaba tomada y que la cofradía se pondría rumbo al centro a la hora establecida y con el itinerario oficial.

La ilusión casi podía palparse en San Francisco de Asís. El directo espiritual de la hermandad, José Antonio Sosa, señalaba que "la salida es un deseo del barrio entero, ya que vive en expectación durante todo el año para que llegue el Martes Santo". Aunque Sosa deseaba que la cofradía cumpliera, de manera completa, su recorrido se mostraba satisfecho con el hecho de que "la cofradía pueda recorrer las calles de su barrio". Y la verdad es que fue espectacular ver la salida de La Sentencia. El barrio arropó a la cofradía hasta que ésta llegó a Tráfico Pesado. Momentos antes, Eduardo Hernández Garrocho, fiel a su cita, interpretó en toná La Sentencia.

Las cosas empezaron a torcerse cuando los penitentes llegaron al Punto. Fue cuando la evolución del cielo hizo presagiar lo peor y la cofradía actuó con reflejos. Entendió que el itinerario oficial era inviable y optó por alcanzar, lo más rápidamente posible, La Concepción. De este modo, la cruz de guía llegó al céntrico templo a las 18:40 y cuando el paso hacía un tanto de lo mismo, la parroquia se encontraba ocupada en una celebración eucarística. El sacerdote Diego Capado aceleró dicha celebración para que los cofrades pudieran refugiarse en el templo.

Tras varias reuniones, la junta de gobierno, junto al Consejo de Hermandades y autoridades municipales, decidió la vuelta al barrio a las 22:00 por el siguiente itinerario: Gran Vía, Alameda Sundheim, avenida de Guatemala, Tráfico Pesado, Ángel Serradilla y barrio.